La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Cartaya ha dado este fin de semana un paso más de cara a su conversión en hermandad filial, “nuestro próximo objetivo después de que hayamos hecho realidad lo que para nosotros es como un sueño cumplido, la bendición de nuestro Simpecado”. Visiblemente emocionada la presidenta de la Hermandad, Consolación Palacios, explicaba con estas palabras “la enorme alegría que hoy sentimos los rocieros cartayeros” tras la Bendición del primer Simpecado con el que cuenta la joven hermandad rociera de la localidad.
El acto, que tuvo lugar el sábado por la tarde en la Parroquia del Apóstol San Pedro, fue oficiado por el cura párroco de la localidad, Manuel Domínguez, ante un nutrido grupo de fieles, con la presencia de las distintas hermandades y asociaciones de la localidad, y de las autoridades militares y civiles, con el alcalde, Juan M. Polo, a la cabeza. En el transcurso del mismo, José Ángel Palacios, encargado de realizar la exaltación del Simpecado, destacó precisamente el largo camino recorrido por la hermandad, que empezó en 2007 y que hasta el 16 de julio de 2009, dos años más tarde, no recibió el visto bueno del Obispado de Huelva para convertirse en Hermandad.
Precisamente, destacó Palacios, “el paso que se da hoy supone el final de una etapa, pero el inicio de otra”, la que conducirá a la hermandad a convertirse en filial, empeño en el que se ha volcado la junta directiva, cuya presidenta agradeció el apoyo en todo momento de la sociedad cartayera.
En este sentido, explicó, “para la elaboración de este Simpecado se ha contado con la participación y las propuestas que ha realizado todo el pueblo”, uniendo todas ellas en un diseño definitivo al que han dado forma el taller de bordados Salteras, con un paño de filigranas plateadas sobre terciopelo azul intenso; así como el prestigioso imaginero sevillano José María Leal, que ha elaborado la talla de la Virgen , mientras que el taller de Orfebrería Andaluza se ha encargado del asta, tallada en plata”. Destaca asimismo, y además de la simbología eclesiástica como el Cuerpo de Cristo, la representación de la Blanca Paloma, símbolo del Espíritu Santo, y del edificio del viejo convento mercedario de la localidad.
A partir de ahora, “hacia este estandarte rociero dirigiremos nuestras plegarias”, señaló, minutos antes de que los miembros de la hermandad, arropados por numerosos cartayeros, lo sacaran en procesión protagonizando un rosario con antorchas por las calles más céntricas del municipio.
Fue la presentación en sociedad del Simpecado de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Cartaya, que estuvo arropada en todo momento por la Hermandad de Ayamonte, celebrándose tras el acto de bendición, el de apadrinamiento de los rocieros cartayeros por parte de los ayamontinos, a los que Palacios agradeció “su constante apoyo, porque siempre nos han conducido de la mano y nos han arropado con gran cariño”.
Finalmente, señalar que la jornada comenzó con el traslado del Simpecado, recién llegado a Cartaya procedentes de los talleres de Salteras, desde la sede de la Hermandad del Rosario de Cartaya, hasta la Iglesia Parroquial, procesión en la que los rocieros estuvieron acompañados por los representantes de la hermandad de la patrona de la localidad.