Entre todos la mataron y ella sola se murió. Entre el anterior Jefe de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (le cito con el nombre completo por si ya se nos había olvidado, y es que somos ¡unos desagradecidos!) y su Ministro de Economía y Hacienda, el Sr. Solbes (a este novel escritor no le olvida nadie), reunidos una y otra vez en el Palacio de la Moncloa, decidieron con sus mentiras y sus silencios, intentar esconder la gran crisis que se nos venía encima. No dirán que les faltaba información, ya que se produjo la conjunción astral, no con Obama, que nos pronosticara Leire Pajín, sino con un tal MAFO (Miguel Angel Fernández Ordóñez, Presidente del Banco de España) cuya obligación principal era informar la situación financiera de toda la Banca y Cajas de Ahorro españolas, aunque visto el agujero en que se metió España, no sé si con la debida puntualidad y maquilladas al gusto de los informados Monclovitas.
Pasado un tiempo, y a pesar de que ambos presumían (con el único ánimo de tapar sus defectos como directores de una orquesta desafinada) de que no había crisis, y que quien decía tales inexactitudes era un antipatriota y que se yo, prosiguieron en su deporte favorito, jugar al avestruz. Este es un juego que desde la guardería inician los niños con la mayor de las inocencias, tapándose sus ojitos, para no ver nada y convencerse de que así ya no están, vamos que el niño se ha ido, pero que de mayores cambia el sentido del juego, y que consiste en meter la cabeza en un agujero o en su defecto, taparse la cara y los ojos en la creencia de quien se ha ido, ha sido el problema. Pero la realidad es bien cruda, y así no solo no se va el problema, sino que el problema aumenta.
A Zapatero y a Solbes, les daba igual. Nos siguieron mintiendo. Quién no mentía fue la larga cola de los parados ante las oficinas del INEM y los impagos a tutiplen. Los Bancos y Cajas clamaban alarmados ante tan precaria situación de insolvencias (no sé si esta palabra deriva de Solbes), corrieron ante el Banco de España pidiendo protección. Y zas, Zapatero y Solbes propusieron sus Leyes con el fin de acelerar tanto los desahucios por impagos de Hipotecas como por alquileres. Fue tal el descalabro entre los parias españoles, me refiero a los que produjo esta nueva Ley, que a pesar de ello, no pudo atajar el problema de los impagos y demás insolvencias, sino que a no mucho tiempo parió un movimiento social de composición dispar: El famoso 15-M. El 15-M llegó a reunir a miles de personas en la Puerta del Sol de Madrid, que permanecieron congregados más de un mes bajo sus jaimas y rodeados de lo que algunos llamaron perros-flautas para alegría y contento de todos los comerciantes de esa Plaza tan emblemática cuando dan las 12 en Nochevieja, para tomar las uvas y brindar con cava o con sidra.
Zapatero ya no quiso tomar las uvas en aquel 2011, y para mayor alegría de los inversores extranjeros en España, no quiso comprometerse en presentar los nuevos Presupuestos Generales del Estado (teóricamente los datos no se pueden manipular en cuanto a las deudas del Estado y otros pormenores, que como vimos todos, luego fueron “pormayores”). Zapatero disolvió Las Cortes (Congreso de Diputados y Senado) y fijó la fecha del 20-N para acudir a las urnas. En este triángulo de fechas formado por los tres 20-N de la historia contemporánea nacional, se reunieron tres muertes: la de José Antonio Primo de Rivera, la de Franco y la de la Verdad. ZP, se fue para no decir la verdad y entró Rajoy diciendo una serie de cosas, que luego tampoco fueron verdad. Creo que en alguna forma, Rajoy tomó el relevo de la bandera de la Mentira, o no es explicable cómo Rajoy no explicó lo que ya es una cosa inexplicable. El caso es que después de dos años, por fin España ha crecido la no nada desdeñable cantidad del 0,1% respecto al trimestre anterior, que ya había acumulado un descenso del orden 7% desde 2011. Las noticias financieras que nos llegan, nos dicen que parece ser, que por fin estamos saliendo de la recesión. ¿Recesión tiene algo que ver con la crisis, Sr. Zapatero?. Sr. ZP, quédese quieto con su bandera de la Gran Mentira y con su librito de la Mentira a Medias y con el que ha escrito el Sr. Solves, titulado algo así La Otra Mitad de la Gran Mentira. Quién sabe, a lo peor les nominan para los Premios Nobel de Economía.