La Asociación Andaluza de Matronas está realizando una serie de actos en reivindicación de una atención sanitaria a las mujeres en estado de gestación, parto, puerperio y climaterio de calidad y realizado por el personal especialmente preparado para ello. Los datos oficiales que nos proporcionan los servicios públicos son escalofriantes: sólo hay 10 matronas en los centros de salud de la provincia de Huelva. En Andalucía hay mujeres de primera y de segunda categoría, referida a la atención que pueden recibir a lo largo de su vida sexual y reproductiva por profesionales especialistas en dicha materia: la matrona. La media andaluza de matronas por cada cien mil mujeres es de 4,57, mientras que en el resto de España, dicha media sube hasta 8,8. Somos, pues la segunda comunidad de nuestro país con menor número de matronas en el ámbito de los centros de salud. Extremadura es la única comunidad, al igual que Andalucía, que equipara la capacitación de la matrona con otros profesionales no especialistas; en todas, menos en Andalucía, la organización de las sesiones de educación maternal, es competencia exclusiva de la matrona, así como el seguimiento durante el postparto.
Para este colectivo la desigualdad de acceso de las mujeres a la asistencia de una matrona en atención primaria, está condicionada por el lugar en el que viven, lo que es inadmisible por romper un principio fundamental como el del derecho a la igualdad de acceso a los recursos de la sanidad pública en Andalucía. En la provincia de Huelva, la posibilidad de ser atendida por una matrona en Atención Primaria es muy escasa, si vives en pueblos como San Juan del Puerto, Gibraleón o cualquier pueblo de la Sierra.
Las matronas onubenses recuerdan que existen recomendaciones a nivAel de la Organización Mundial de Salud y directivas Europeas que respaldan el que sea la matrona el profesional que atienda a la mujer en su proceso de embarazo, parto y puerperio y que cuando es así, mejoran de forma notable los resultados obtenidos.
En muchos centros sanitarios de Atención Primaria y de Especializada, no son matronas las que atienden a las mujeres embarazadas, son otros profesionales sanitarios que no tienen la formación especializada y especifica obtenida mediante la formación vía Especialista Interna Residente (EIR). Recordamos que la profesión de matrona es una especialidad de la carrera de Enfermería y que, tras cuatro años de estudios universitarios, hay que llevar a cabo una formación de dos años para obtener dicha especialización, lo cual conlleva una formación específica y de calidad de seis años.
En otras Autonomías ni se plantean que la atención a la mujer no sea realizada por profesionales diferentes a la matrona y aquí, en Andalucía, se está revisando el Proceso de Embarazo, Parto y Puerperio y a lo largo del documento se va repitiendo que la atención puede ser realizada por médico de familia, enfermera o matrona, indiferentemente.
Por todo ello, el colectivo de matronas reivindica que la atención a la mujer sea realizada por el profesional preparado y formado para ello, que es la matrona.
Estas acciones se están desarrollando en el día de hoy, 8 de marzo, en todas las capitales de nuestra autonomía y tienen por objeto la concienciación tanto de usuarios en general, como de administración pública sanitaria en particular, de la perentoria necesidad de la contratación, en al ámbito de la Atención Primaria de Salud de nuestra provincia de el número suficiente del personal de enfermería especializado en Obstetricia y Ginecología, o sea, de matronas, al objeto de mejorar considerablemente la calidad asistencial que se presta a la mujer durante su embarazo, parto, puerperio y climaterio, así como a los recién nacidos. Es importante que la sociedad tome conciencia de que la labor asistencial de la matrona no consiste exclusivamente en la atención al parto, sino que su ámbito de actuación tiene un elevado componente de promoción de la salud y de prevención: apoyo efectivo en la lactancia materna, educación maternal durante la gestación, educación sexual a los jóvenes -lo que supone un valor añadido a la prevención de enfermedades de transmisión sexual, asesoramiento en anticoncepción, apoyo en el climaterio, actividades preventivas en la detección precoz del cáncer de cérvix y de mama, atención y vigilancia del recién nacido en sus primeras semanas de vida -lo que disminuye considerablemente los reingresos por ictericia y deshidratación-, prevención de disfunción del suelo pélvico, etc.
La contratación de matronas elevaría considerablemente la calidad prestada en Atención Primaria y amortizaría y justificaría el gasto de formación del periodo de residencia de estos profesionales que el estado asume en la preparación del personal especializado.