La familia Maestre-García de Valverde ha comunicado el inicio de una campaña de recogida de firmas, al objeto de obtener el apoyo de vecinos de Valverde en su pugna con la administración para finalizar una casa de autoconstrucción.
La familia, que lleva una semana de protesta ante las puertas del Ayuntamiento de Valverde, insiste en el último comunicado que ha emitido este martes en que lo que pretende es una reunión para dar una solución al problema.
Por su parte, el Ayuntamiento de Valverde explicaba la pasada semana que «es rotundamente falso que desde la Alcaldía se haya desahuciado a ninguna familia, ya que no existía ninguna vivienda, sino solares con viviendas en construcción paralizadas».
Las viviendas de autoconstrucción se paralizaron a consecuencia de un desvío de fondos de 103.000 euros, realizado por el equipo de gobierno socialista en el Ayuntamiento de Valverde en el año 2003, provocando el impago de los materiales y, por tanto, el abandono de las autoconstrucciones. El 12 de diciembre de 2013, la Junta de Andalucía resolvió los convenios, quedando extinguidos los derechos y las obligaciones de los mismos, perdiendo así todos los derechos los autoconstructores.
A pesar de ello, el actual equipo de gobierno municipal indica que «desde entonces se han estudiado varias posibilidades para que se restituyan los derechos adquiridos moralmente por estas familias, proponiendo el actual equipo de gobierno dos alternativas: Una, que se acreditara capacidad económica para finalizar las obras de las viviendas, y dos, que en caso contrario se optara por una indemnización».
Es este caso, Ana García, mujer de Juan Maestre, tomó el pasado 12 de agosto la decisión de optar por la indemnización, «reponiéndole de esta forma por parte del Ayuntamiento de Valverde los derechos que el PSOE de Valverde en el Ayuntamiento y el PSOE andaluz en la Junta de Andalucía les habían negado», según se dejaba constancia en la nota del Ayuntamiento.
La familia asegura, por su parte, que la firma existió pero que no se ha querido cobrar ni un céntimo de ese dinero y que si firmó Ana García es porque no disponen de los 15.000 euros necesarios para avalar la finalización de la vivienda, ya que su único aval, aseguran, «son nuestras manos».