Hay que reconocerle al PSOE que tiene ‘arte’ para tratar de acabar con Izquierda Unida allí donde la coalición levanta algo la cabeza. La que están formando los socialistas por la decisión de IU en Almonte de que gobierne el PP en vez del PSOE es tremenda y no busca otra cosa que colocar a Pedro Jiménez y a Diego Valderas entre la espada y la pared para que tomen medidas contundentes contra sus propios compañeros, les abran expediente y los expulsen de la formación. De esta forma, dentro de cuatro años IU aparecerá en Almonte con una nueva lista y la izquierda, izquierda, dividida o rota. No hace falta ir muy lejos del Condado para ver un ejemplo que bien conocen Jiménez y Valderas, a los que parece fallarles la memoria histórica. En Bollullos, donde IU siempre ha sido una fuerza dominante, el pasado 22-M dejó a la coalición con un pírrico concejal, cuando en su momento arrasaba con mayorías absolutas. Y todo por la misma historia que ahora en Almonte, porque IU de Bollullos prefería gobernar antes con el PP que con el PSOE de Carlos Sánchez. Este dirigente socialista es también un buen ejemplo de cómo el PSOE juega con IU al gato y al ratón en estos casos. En IU, cuando alguien se sale de la ortodoxia se le abre expediente y se le expulsa, pero en el PSOE a lo más se le abre el expediente, que luego naturalmente se queda en nada. Es lo que pasó con Carlos Sánchez cuando no apoyó a IU en Bollullos hace ya muchos años. Y ahí sigue. Parece mentira que Pedro Jiménez y Diego Valderas se hagan el harakiri con tanta facilidad, ante las risas indisimuladas de Mario Jiménez y compañía.