Lo que me da más rabia de todo el pifostio que se ha montado a cuento de los pactos postelectorales es que, al final, Izquierda Unida acaba situada a la misma altura que el PSOE. Y esto me da mucho coraje. No es justo que se hable de una y de otra como dos “fuerzas de izquierda” cuando el Partido Socialista se ha cruzado de orilla y ahora anda estirando el brazo para tratar de no ahogarse solo. Y no es justo que se hable de uno y de otro como dos “partidos progresistas” cuando reparto del progreso con el PSOE en el poder es tan selecto como un chalé en Bellavista. No. No es justo. IU y PSOE no son dos siglas hermanas por mucho que ahora se tomen el desayuno juntos con o sin tostada.
En esta semana que acabamos de finiquitar, los socialistas onubenses han brindado a IU la mejor oportunidad de marcar las infinitas diferencias que les alejan. Para dejar bien a las claras las singularidades de su personalidad política. Para romper cadenas ideológicas que no existen más allá de rancias consignas que se rescatan a modo de flotador salvavidas. IU no está a la misma altura que el PSOE, simplemente porque el PSOE ya no tiene altura. Un partido en el que su secretario de Organización es capaz de llamar borregos y mandaos a sus concejales, alcaldes y candidatos con tal de escenificar una fortaleza interna que raya el caciquismo y que encima los despreciados en público callen como memos, no merece el apoyo de una IU asamblearia que protege con honra su soberanía local, que escucha la voz de cada uno de sus miembros.
Hay una Izquierda Unida que huye de mensajes que adornan una chapa clavada en el pecho y plantea soluciones reales a situaciones concretas. Una IU que pisa la calle y mantiene su palabra por encima de banderolas al viento. Hay una IU que nunca podrá ser hermana del actual PSOE simplemente porque los socialistas no están a la altura.
Por todo esto, y por los miles de ultrajes, mentiras, traiciones, engaños y burlas que ha sufrido IU por parte del Partido Socialista, lo que más rabia me da de todo el pifostio que se ha montado tras las elecciones es que, al final, Izquierda Unida acabe ensuciada con la mierda del PSOE. Y esto me da mucho coraje. No sería justo. Con o sin tostada.