Ha cantado la gallina. Un asiduo colaborador de este periódico, concretamente fue Fernando Infante, dijo hace varias semanas, nada más concluir la cita electoral que se celebró hace hoy justo un mes, que la clave del acuerdo entre Partido Socialista e Izquierda Unida había buscarla en Giahsa, la empresa de aguas que controla el PSOE. Y así ha sido. La formación política que lidera Pedro Jiménez hará posible que Petronila Guerrero vuelva a ser presidenta de la Diputación. Y además sin recibir nada a cambio porque IU no entrará a formar parte del equipo de Gobierno. Sin embargo, la operación tiene truco. Y es que los cargos que los responsables de Izquierda Unida no van a recibir en Diputación sí los recibirán en la Mancomunidad Provincial de Servicios, en MAS, el invento que precisamente dirige el devenir de Giahsa. Ahí, en Giahsa, sí van a estar PSOE e IU juntos y revueltos. Lo ha dejado claro Ignacio Caraballo, secretario de Organización del PSOE, que esta mañana ha cambiado el disco y ha dicho que actualmente existe una «magnífica» relación entre las direcciones provinciales de IULV-CA y de su formación. Y algo más: que el PSOE «tendrá en cuenta» los apoyos de IU, -que han permitido a alcaldes socialistas acceder al poder-, a la hora de conformar el organigrama en la Mancomunidad Provincial de Servicios (MAS)». Más claro, imposible. O sea, que la fuente de financiación le va a venir en esta legislatura a Izquierda Unida a través del agua. Será que como en Diputación ya no caben más enchufados hay que ir abriendo hueco en otras empresas de carácter público. Y esa debe ser, suponemos, la gran rentabilidad que obtienen los ciudadanos de ser los dueños y señores de un bien imprescindible como el agua. Lo único que hay que esperar es que al menos IU intente poner un poco de orden en la Diputación y acabe, en unión del PP, con las tremendas injusticias que un día detrás de otro perpetra su presidenta, doña Petronila Guerrero. ¿O si uno dice que es de izquierdas las injusticias son legítimas?
