Otra vez ha vuelto Mario Jiménez a utilizar las dos varas de medir que tienen en la sede socialista de Huelva. La vara chica la ha utilizado para pedir la dimisión del alcalde independiente de Higuera de la Sierra, que ha sido detenido durante una hora para declarar, cosa que finalmente no hizo, ante la Guardia Civil y que está a la espera de ser llamado por el Juzgado que instruye una denuncia del PSOE. La acusación que pesaría sobre él sería la de un presunto delito de caudales públicos.
La vara grande, la vara ancha, es la que viene utilizando con el ex alcalde de Bollullos del Condado, Carlos Sánchez, que va a ser encausado por un presunto delito de prevaricación.
En el PSOE es donde, según parece, tienen la vara con la que se mide si un representante político tiene o no que dimitir. El problema es que no siempre utilizan la misma y, claro, mientras que para unos casos se pide la dimisión inmediata del presunto lo que sea (si es de otra formación política, claro está), en otros son cuestiones administrativas de menor calado (si el afectado es miembro del PSOE, clarísimo está).
¿La operación del estadio Colombino para salvar al Recreativo, por ejemplo, qué fue? Sin duda, una cuestión administrativa, o ¿metió alguien la mano en la caja? Pues que alguien revise las hemerotecas y vea cuantas veces se pidió la dimisión del alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, por estar imputado y ser finalmente encausado y juzgado.
Nos comentan que para la próxima reunión del Sistema Internacional de Pesos y Medidas el PSOE va a llevar su doble vara para que se la homologuen oficialmente. Le deseamos suerte a Mario Jíménez en su noble intento de pasar a la posteridad como el más firme defensor y ususario empedernido de las dos varas, la corta y la larga, que además en bastante más ancha y es la que tiene la suerte Carlos Sánchez que utilicen con él en el PSOE, ya sea por un encausamiento, ya sea por saltarse a la torera el pacto de apoyo mutuo de la izquierda hace ya varios mandatos.