Ante la delicada situación económica por la que atraviesa el Ayuntamiento de Moguer, que soporta una deuda de casi 23 millones de euros, el actual gobierno municipal que preside Gustavo Cuéllar ha iniciado un plan de saneamiento que también afectará a la Empresa Municipal de Gestión de Suelo y Vivienda, Emvisur, que ha contribuido al endeudamiento de las arcas municipales con alrededor de 3 millones de euros.
Para analizar esta cuestión y otras relacionadas con la propia gestión y funcionamiento de Emvisur, el Consejo de Administración de este organismo autónomo se reunió en la mañana del pasado martes en sesión extraordinaria, para estudiar, entre otras cuestiones de interés, la situación económica de la empresa y aspectos relacionados con la plantilla.
Para contener el gasto, el primer mandatario local, como presidente del Consejo, y el edil de Mazagón, Francisco Ángel Martínez, como vocal del mismo, han decidido bajarse, como ya hicieron con sus sueldos al comienzo de la legislatura, la asignación que les corresponde por asistir a estas reuniones de trabajo. Esta reducción, que persigue una bajada de costes sin mermar la operatividad de la administración, no afectará a los trabajadores municipales que forman parte de este órgano de gestión. También estuvo presente, aunque no forma parte del Consejo de Administración, la concejal de Urbanismo Rocío Domínguez, que se afana, como el resto de su equipo, por buscar soluciones que permitan a Moguer salir de la delicada situación por la que atraviesa.
En otro orden de cosas se ha establecido la necesidad de organizar de una forma efectiva la plantilla de trabajadores de Emvisur, tanto de Moguer como de Mazagón, atendiendo a las necesidades de la empresa y del propio servicio.
En este primer encuentro, desde que el actual equipo de gobierno tomara posesión del cargo el pasado 11 de junio, el Consejo de Administración también ha expuesto la necesidad de contar con la figura de un gerente que se encargue de reestructurar y poner en marcha el objeto social de la empresa.
Destacar, que pese a que los estatutos de Emvisur establecen que el Consejo de Administración debe reunirse una vez al mes, el anterior gobierno del partido popular, en los últimos doce meses solo convocó a este órgano en una ocasión, lo que supone que las funciones por las que fue creado: fiscalizar, controlar, supervisar y autorizar, han quedado totalmente desiertas, acabando así con la transparencia de un órgano público que ha utilizado de manera inadecuada sus recursos, lo que se ha traducido en una deuda, hasta ahora contabilizada, de 2,5 millones de euros, incluyéndose en esta cantidad un impago a la Seguridad Social de más de un millón de euros.