Los aficionados de los clubes de fútbol, normalmente señalan con el dedo acusador o esbozan una sonrisa dirigida a los artífices de los éxitos o los fracasos de un equipo en cada temporada. No hay duda que si este nuevo Recre triunfa o fracasa, será responsabilidad de Julio Peguero. Él ha configurado la plantilla y él ha despedido y admitido a jugadores.
Luego de haber injustamente despedido a los mejores entrenadores de la cantera sin saber con que intención, Peguero ya está sentado en el umbral de la espera para hacer tiempo y recibir las criticas o las alabanzas.

Al final ha podido disponer de dinero para hacer una plantilla más competitiva, si bien, eso lo marcará la competición. Julio peguero será el centro de todas las miradas si el equipo va bien o mal. Ya no cabe echar las culpas a los anteriores del éxito o del fracaso. Porque ocho meses después de la salida del anterior consejo, aquí no hay mas responsabilidad que la de Peguero, tanto si el equipo se mantiene cómodamente en Segunda o baja a Segunda B. Esta ha sido la ultima experiencia de director deportivo del Recre cuando lo era del Cádiz y el cuadro amarrillo acabó bajando de categoría.
La llegada de Peguero ha creado controversia entre los aficionados y medios de comunicación. Tal vez su falta de mano derecha y su carácter no le ha hecho alcanzar el consenso entre todos. Hay quienes como yo, lo prefieren como empleado del club y no como jefe con el poder absoluto para hacer y deshacer. Pero las cosas son como son y no como queremos que sean. Al final en el fútbol la pelota te hace el análisis. Si entra estaremos alabando la contratación de Peguero y si el equipo es un desastre pues diremos que fue un error.