Buena la ha armado el candidato socialista Pérez Rubalcaba con su idea de acabar con las diputaciones. Asegura que su objetivo es ahorrar en sueldos políticos y, directamente, ha hablado de eliminar lo que ha calificado de una estructura del siglo XIX. Malabarismos han tenido que hacer aquí en Andalucía, y mucho más en Huelva, para decir que no la idea, pero sin que se note.
El resultado son unas declaraciones de Mario Jiménez en las que apoya una reestructuración de las diputaciones, pero no su desaparición, que es de lo que abiertamente habla su nuevo jefe a nivel nacional. Griñán también ha estado reticente y es que lo poquito que les queda a los socialistas por estos lares, tras perder todas las capitales y las principales localidades en habitantes en las municipales, son algunas diputaciones, entre ellas la de Huelva, aunque fuera por los pelos.
Resulta que Rubalcaba quiere dejar sin trabajo a Petronila Guerrero y ésta no ha abierto la boca en todo este tiempo. Se ve que está de vacaciones, pero cuando vuelva ya saben cual es el discurso oficial: apoyamos a Rubalcaba en la reestructuración de las diputaciones, cuando de lo que habla el candidato es de su supresión.
La nube que envuelve la oferta de Pérez Rubalcaba es un supuesto ahorro, aunque lo que se esconde detrás es lisa y llanamente un intento de mermar el poder adquirido por el PP a nivel municipal y, de paso, tapar el batacazo del PSOE, que sólo gobierna en seis del total de diputaciones existentes en todo el país.