La respuesta que ha dado el secretario general de los socialistas onubenses, ante la evidencia de los gastos que realizó el ex alcalde de Valverde y actual delegado provincial de Obras Públicas en comidas y bebidas, causa sonrojo. En estos casos, lo mejor es callarse, pero Jiménez es de los que tienen por costumbre defender hasta lo indefendible. Puede que los gastos realizados sean legales, pero de lo que no hay duda alguna es de que son políticamente inmorales para con los ciudadanos de Valverde del Camino, que lo que tienen ahora mismo es un Ayuntamiento en ruinas. Mal momento eligió Jiménez para acudir a la legalidad pura y dura, olvidándose de algo que siempre ha sido referente del socialismo: la ética. Y eligió un mal momento, porque salvando las distancias económicas en las cifras a comparar, el debate nacional del día son las prejubilaciones millonarias de tres ex directivos de Caixa Galicia. Miren por donde, prejubilaciones casi con toda seguridad legales, pero tachadas por todo el mundo como inmorales. Salvando las distancias, igual de inmoral es que a sabiendas de una situación económica deplorable en su Ayuntamiento el entonces alcalde tirase de tarjeta visa platinum con tanta facilidad. Mas le hubira valido a Mario Jiménez estarse callado y no pisar este jardín, porque no sólo dejó la ética y la moralidad política a la altura del betún, sino a su propio partido.