El Ayuntamiento de Huelva ha tomado la iniciativa en la recuperación para la ciudad del antiguo edificio de la comisaría en el Paseo San Fe. La idea parece interesante, se mantiene la propiedad pública y se entrega a la gestión privada, de manera que la empresa que se adjudique el concurso tendrá que rehabilitar el edificio. Ante la falta de fondos económicos, un fenómeno que sufren todas las administraciones, la idea nos parece positiva, porque se matan dos pájaros de un tiro; por un lado, se consigue rehabilitar un edificio que corre el riesgo de comenzar a tener graves problemas por su falta de mantenimiento y uso, y, por otro, se logra que haya una actividad en una zona céntrica de la ciudad.
La idea es buena, pero ya verán como desde la oposición municipal socialista comienzan a ponerse peros; aunque sobre todo, ya verán como comienzan una campaña de desprestigio del equipo municipal, al que acusarán de tener un afán privatizador. En realidad el edificio seguirá siendo propiedad pública, lo que se entrega en sólo la gestión y a cambio de algo tan importante como rehabilitar el edificio y mantenerlo. ¿Quién pierde con una operación de este tipo? Nadie, todo el mundo sale ganando, aunque desde el PSOE sólo se apoyan los convenios o la cooperación público-privada si la realiza el ministro de Fomento, José Blanco, que ha visto en esta fórmula la única manera de realizar obras que de otra forma estarían paralizadas por completo ante la falta de recursos públicos.