El ciclo Luna Flamenca ofreció el sábado su último espectáculo dedicado al cante grande con un recital que contó con la fuerza y maestría de los aficionados de la Peña de Cante Jondo de Moguer, que hicieron alarde de ese sentimiento profundo que les caracterizan, demostrando el peso y la calidad que el cante jondo tiene en la localidad juanramoniana.
‘Tradición y futuro’, así ha sido bautizado el montaje que llenó de embrujo la noche del sábado en la céntrica Plaza del Marqués, testigo de excepción del arte y el duende flamenco que se respira en la ciudad del Tinto.
Vecinos y visitantes pudieron deleitarse con la experiencia y demostrada raza del cantaor moguereño Juan Hernández ‘Tragachinas’, que estuvo acompañado a la guitarra por su hijo Juan Carlos Hernández, también conocido como ‘Tragachinas hijo’. La voz más fresca y pura del flamenco llegó con el grupo ‘Sabia Nueva’, compuesto por Marta, Rocío, Antonio, Rafa, Alejandro y Manuel María, niños de la escuela de cante de la Peña moguereña, que subieron al escenario junto al guitarrista y directivo de esta entidad, Antonio Caballero ‘hijo’.
Este ciclo musical, con el que la Peña de Cante Jondo y la Fundación Municipal de Cultura de la localidad apuestan de forma decidida por proyectar y mantener viva nuestras raíces, está integrado en el Festival Luna de Verano, una apuesta municipal por el ocio de calidad, que llena de contenido las veladas estivales de Moguer y Mazagón.