La joven militar de Galaroza perteneciente al Ejército de Tierra, Arancha López Muñiz, que sufrió un accidente mortal de paracaídas el pasado jueves durante un salto programado en unas maniobras en el término municipal de Casas de Uceda (Guadalajara), falleció porque no se le abrió el paracaídas. La militar, de 23 años de edad, tenía la graduación de cabo y había ingresado en las Fuerzas Armadas en 2006. En Galaroza, cuyo Ayuntamiento ha decretado un día de luto y ha suspendido las Fiestas de la Amistad, ha sido recibida la noticia como un mazazo. La joven ha sido enterrada en su localidad. Centenares de vecinos así como familiares y autoridades han despedido en la tarde del viernes a la militar onubense en la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción de Galaroza. Anteriormente, por la mañana, se celebró un funeral en su honor en la Base Príncipe de la Brigada Paracaidista (Bripac) en Paracuellos de Jarama (Madrid), que ha estado presidido por el general jefe de Fuerzas Ligeras del Ejército de Tierra, general de división Juan Bautista García Sánchez,
El accidente tuvo lugar a las 11.20 horas durante unas maniobras militantes. Aunque el Servicio de Emergencias 112 se desplazó al lugar con una UVI móvil y los sanitarios intentaron reanimar a la militar, que llegó viva a tierra, no pudieron hacer nada por su vida y poco más tarde confirmaron su muerte.
La fallecida era miembro del Cuerpo de Especialistas con destino en el Grupo Logístico de la Brigada Paracaidista de Alcalá de Henares (Madrid). El Ejército ha abierto una investigación para esclarecer por qué no se abrió el paracídas.
En lo que va de año han fallecido un total de ocho militares durante el desarrollo de maniobras militares. Además, es el segundo accidente mortal durante un salto paracaidista desde que se abolió el Servicio Militar Obligatorio, después del que acabó con la vida en noviembre de 2010 con un cabo de 25 años natural de Castellar (Jaén).
El último accidente durante unas maniobras militares tuvo lugar el pasado 30 de marzo, cuando un soldado de la Unidad Militar de Emergencias (UME) murió mientras realizaba unas prácticas de buceo en el pantano de Entrepeñas (Guadalajara). El cuerpo del militar -el primer efectivo de la UME fallecido en acto de servicio- fue rescatado un día después por submarinistas de la Guardia Civil.
El accidente más grave de este año tuvo lugar el 24 de febrero de 2011, cuando murieron cinco militares -tres miembros del Ejército de Tierra y otros dos de la Armada- y otros tres sufrieron heridas en una explosión ocurrida mientras realizaban un ejercicio de desactivación de explosivos en la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares (Madrid).
Unos días antes, el 7 de febrero, murió un soldado de 28 años, de origen venezolano y padre de tres hijos al volcar un vehículo blindado LMV en el campo de Tiro de Pájara, en la isla de Fuerteventura, mientras participaba en un ejercicio de preparación para el despliegue de su contingente en Afganistán.