La reapertura del llamado ‘caso Hiconsa’ ha cogido a José Antonio Millán y al PSOE con el paso cambiado, es decir, en un muy mal momento. Había estado el PSOE buscando un acomodo para el ex alcalde socialista y se habló del Puerto, de que si la Delegación tal o la cual. Al final, Millán fue a parar a las listas del Senado, donde corre serio riesgo de no salir elegido si el PP aventajara en votos a la lista socialista que tiene como primer candidata a Petronila Guerrero.
Ahora, con la reapertura vuelve a tener el PSOE a un imputado en sus listas. Pero no hay problema, porque Mario Jiménez sacará a pasear a su particular vara de medir, según la cual hay casos y casos. En este no estamos hablando de un simple problema administrativo, de lo que se habla es de que hubo un aprovechamiento ilícito. Claro que, quien peor parado sale como ‘presunto en este caso’, es el nuevo responsable gerencial de la empresa´provincial de servicios MAS y mano derecha de Millán en el Ayuntamiento de Cartaya, Miguel Novoa.
Ni Millán ni Novoa se han dado prisa alguna en comentar la reapertura, cuando tardaron minutos en convocar una rueda de prensa una vez el anterior juez que llevaba el caso había decidido su archivo. El asunto va para largo y el PSOE vuelve a utilizar su doble vara de medir respecto a los imputados, de manera que los suyos son casos de poca monta. Claro que puede que los electores onubenses resuelvan el problema el próximo 20-N. Sólo será necesario que el PP saque un voto más que el PSOE para que Millán se quede fuera del Senado, porque ya se sabe que el ganador se lleva 3 senadores y el perdedor o segundo, sólo 1, y en el caso socialista se lo tienen asegurado a Petronila Guerrero.