El Partido Socialista lo tiene muy claro y ha ideado como única estrategia para acercarse en las encuestas al Partido Popular: el miedo. Si en su día fue un doberman lo que utilizó el PSOE para decir que el PP acabaría con las pensiones, la sanidad pública y no se sabe cuantas cosas más, lo que luego pudo comprobarse no era verdad en los ocho años de mandato de los populares, ahora el único argumento es el de asustar a los españoles con que el PP va a desmantelar el estado del bienestar, la sanidad y la educación.
Resulta increíble que el partido máximo responsable de la actual situación económica, que es la que obliga a hacer ajustes y recortes en todas las comunidades al margen del color político (vease Cataluña y CiU), acuse al PP de querer acabar con algo que han sido los sucesivos gobiernos del presidente Zapatero quienes se lo han comenzado a cargar.
Quien puede hacer inviable el actual sistema de bienestar social que tiene este país es un gobierno socialista que tomó tarde y mal las medidas frente a una crisis económica que estuvo negando hasta que la situación se tornó imposible; quien ha realizado una pésima gestión de la crisis; quien dice tener un déficit y ocultar facturas en los cajones para endosarlas en próximos ejercicios (Castilla-La Mancha); quien rebaja los sueldos de los funcionarios; quien congela las pensiones; quien permite un mercado laboral que ante cualquier estornudo de la economía nos coloca en los 5 millones de parados, cuando no ha ocurrido lo mismo en el resto de Europa…
Con todo, el peor ataque al estado del bienestar de una persona es dejarla en el paro, sin posibilidades económicas de atender a sus necesidades básicas. Este gobierno que se autodefine socialista ha roto el bienestar de cinco millones de personas y ha colocado al resto de los que aún tiene un trabajo en una situación de incertidumbre total.
Que el PSOE ande sacando pecho ahora del desastre en el que ha colocado a este país en los últimos cuatro años resulta, cuando menos, sorprendente. Y más que lo haga con un candidato, que ha estado sentado al lado de Zapatero durante los ocho años en los que ha gobernado y al que nunca se le ha escuchado la más mínima discrepancia. Que a estas alturas hable el PSOE, machaconamente por cierto, de defender el estado del bienestar es un sarcasmo que provocaría risa si no fuera porque la situación actual no está precisamente para chascarrillos.
2 comentarios en «LA LUPA
¿Quién dinamita realmente el estado de bienestar?»
El problema mas grande que existe en este país, es el tener una clase política que con diferentes uniformes, aceptan la misma ideologia. Unos se visten de rojo y otros de azul, pero ya no engañais a nadie porque para rojo y azul está el BARSA, que nos representa de maravilla.
Otra cosa sería, si los que se visten de rojo, hicieran política de izquierda y defendieran la «O» de OBRERO que llevan en sus siglas e hicieran políticas coherentes con su ideologia.
Mira en que poco tiempo y con que poquito ruido han decidido cambiar la CONSTITUCION y cómo ahora nos van a meter en Andalucia el famoso paraguas antimisiles. ¿de quién tenemos nosotros que defendernos?,
¿porqué tenemos que gastar miles o millones de euros en belicismo?.
Tienen permiso para esas cosas del PUEBLO ESPAÑOL?, Porque que yo sepa eso no lo recogia ningun programa electoral. ¿ O tenemos que dar por sentado tambien , que la democracia es una farsa más?.
El Estado de Bienestar es un concepto abstracto que se suele utilizar para trazar la línea divisoria entre las ideologías de «izquierda» y «derecha», cuando en realidad, en estos momentos históricos, las verdaderas diferencias pueden situarse en los modelos de gestión de los servicios públicos.
¿Cómo puede hablarse de Estado de Bienestar habiendo 5.000.000 de desempleados? ¿Cómo puede hablarse de Estado de Bienestar cuando en nuestro país hay personas que pasan hambre? ¿Cóm puede hablarse de Estado de Bienestar cuando la mayoría de las pensiones tienen una cuantía máxima de 601€?