Puede que sea por la falta de noticias en un puente tan largo; o puede que sea porque la impaciencia se ha adueñado de las filas socialistas de cara a las elecciones autonómicas; o puede que se sea, simplemente, porque hay políticos que tratan a los ciudadanos como si fueran niños, o peor aún, tontos. El caso es que desde el PSOE se han despachado hoy martes, día de la Constitución, con una nota en la que urgen «al nuevo Gobierno central del PP» a que «inste a Portugal a la retirada del peaje en la vía Do Infante (A22) o que, en caso de mantenerlo, aplique medidas que favorezcan el tránsito de onubenses al país vecino».

 Son actuaciones de este tipo las que hacen que los ciudadanos cada vez hagan más oídos sordos de nuestros políticos. ¿Cómo se le puede pedir nada a un Gobierno que aún ni se ha constituido? Que se sepa, la puesta en vigor de esta medida tiene lugar a partir del día 8 y su anuncio por parte del Gobierno luso, que ya ha puesto en práctica idéntica medida en las zonas norte y centro de Portugal, fue hace muchos meses. ¿No podía el actual Gobierno haber hecho algo en este asunto? ¿Una protesta ante Bruselas o ante el propio ejecutivo luso?

Se equivocan en el PSOE onubense y se equivocarán también en el PP si de una medida de un Gobierno de otro país se trata de hacer culpable o responsable a quien no lo es. En este asunto ambos partidos deberían de ir juntos y no hacer notas para tratar de meter el dedo en el ojo del rival político de cara a unas elecciones autonómicas que están a la vuelta de la esquina. Las elecciones no son motivo para que el sentido común desaparezca de la clase política, salvo que lo único que importe a nuestros responsables públicos sea ganar un sillón en el Parlamento a costa de cualquier cosa.

Un poco de cordura no vendría mal y, sobre todo, un poco de calma en las filas socialistas, que ante la encuestas que les dan por perdedores en las autonómicas han metido la directa y no es que no esperen ya los famosos 100 dias que se le dan a todos los nuevos gobiernos, es que han comenzado a exigirle antes de su propia constitución como tal. Un disparate.