10 de octubre. Cinco y cuarto de la madrugada. El Instituto Geográfico Nacional constata la primera erupción volcánica en España desde el año 1971 localizada a varios kilómetros de la costa de la isla canaria de El Hierro. Así comienza el reportaje del periodista José Carlos Aguado en elmundo.es en el que se recoge cómo la Universidad de Huelva posee el único laboratorio que puede llegar a reproducir mediante simulador las condiciones de la isla de El Hierro.
La isla sufre los efectos de un volcán submarino que permanece activo, que se está acercando al litoral y que ha obligado a evacuar en varias ocasiones a los 547 vecinos de La Restinga. Desde entonces, un amplio equipo de científicos de distintos puntos del país trata de predecir cómo evolucionará este foco volcánico, si es peligroso o no para la población, si su actividad irá a más o se reducirá o, incluso, si la tierra se agrietará y escupirá lava por otras zonas de la isla.
Este laboratorio puede ‘reproducir’ las condiciones a 80 kilómetros bajo tierra y alcanzar temperaturas de hasta 1.500 gradosCuriosamente, una de estas ‘brigadas’ de científicos tiene su base en Andalucía. Concretamente, en la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Huelva en un Laboratorio de Petrología Experimental único en España. Aquí se estudia la composición de la lava, al objeto de determinar las condiciones y propiedades físicas del magma, es decir, su temperatura, presión y contenidos de gases, entre otros aspectos.
El catedrático de Petrología y Geoquímica de la Onubense Antonio Castro es el director de este laboratorio. «Nuestro cometido es analizar la lava y determinar sus condiciones físicas durante su génesis y posterior erupción, y simular experimentalmente las condiciones supuestas de presión y temperatura en la cámara magmática», explica.
Los resultados de estos estudios han permitido saber a qué temperatura estaba la lava -entre 1.050 y 1.100 grados-, la profundidad de la procedencia bajo el mar, su viscosidad y su contenido en volátiles, datos que son claves para entender el mecanismo eruptivo del volcán de El Hierro y, especialmente, conocer su explosividad, característica imprescindible para poder gestionar la crisis provocada en la isla canaria.
«Salvo en la etapa inicial, en la que salieron piroclastos (fragmentos sólidos de material volcánico) con una composición rica en sílice y en gas que nos podría indicar algún proceso explosivo, el resto de la erupción no muestra indicios que hagan pensar en una evolución hacia un tipo de vulcanismo explosivo», asegura Castro.
El catedrático Antonio Castro dirige el centro, que «analiza analizar la lava, determinar sus condiciones físicas durante su génesis y posterior erupción y simula experimentalmente las condiciones en la cámara magmática»Desde la primera erupción, se han analizado dos materiales piroclásticos recuperados del mar, un tercero aún se está estudiando y acaba de llegar a la Universidad de Huelva una cuarta muestra que ya permitirá distinguir cambios relevantes.
Estas pruebas que permiten realizar una serie de pronósticos sobre la evolución del volcán de El Hierro sólo se pueden realizar en España en este laboratorio de la Onubense -financiado en 1997 por la UE-, ya que es el único que permite simular las condiciones físico-químicas de los magmas que originaron el manto y la corteza terrestre.
«Aquí podemos llegar a condiciones de 25.000 veces la presión atmosférica, lo que equivale a una profundidad de 80 kilómetros bajo tierra, y alcanzar temperaturas de hasta 1.500 grados. No hay otro laboratorio en España donde se pueda hacer esto», precisa Antonio Castro. Y, aunque aún es pronto para vaticinar qué pasará con el volcán de El Hierro, Castro cree que no hay cambios sustanciales que hagan pensar que la actividad volcánica vaya a más, al tiempo que no descarta el nacimiento de una nueva isla en el archipiélago canario.