El primer cargo público del soriano Jesús Posada fue el de gobernador civil de la provincia de Huelva entre 1979 y 1981. España estrenaba democracia con un gobierno de la extinta Unión de Centro Democrático y este ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la pública Universidad Politécnica de Madrid, licenciado en Ciencias Económicas por la igualmente pública Universidad Complutense de Madrid, y funcionario de carrera en el Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado, se hacía cargo de un puesto que desarrolló con plena honradez y sentido de la responsabilidad. Luego llegaría a ser presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla León y ministro de Agricultura, antes, y de Administraciones Públicas, después. El presidente del gobierno entrante, Mariano Rajoy, acaba de nombrar a este centrista convencido, presidente del Congreso de los Diputados, cargo en el que sustituirá a José Bono, hijo de un alcalde falangista que le mandó a la prestigiosa universidad privada de Deusto para hacer el Icade. Esta experiencia docente le ha llevado a ser en la actualidad propietario de una renombrada cuadra de caballos, todos regalados, por lo que no ha tenido que mirarle a ninguno el dentado. Cuenta además con un patrimonio digno de todo un jeque árabe o del maharajá de cualquier pequeño territorio indostánico, como esta Castilla La Mancha en la que reinó con tan buen provecho durante unos pocos de años.
Desde estas líneas queremos felicitar a don Jesús Posadas en su nueva responsabilidad, deseándole que, como en anteriores ocasiones, tenga un buen servicio público. Al político cesante le deseamos que le siga yendo tan estupendamente en sus negocios y esperamos verle pronto en la relación de nuevos mil millonarios que la revista Forbes nos ofrece anualmente.