La sociedad está deprimida. No es sólo que la herencia dejada por el gobierno anterior sea innombrable y de difícil ARREGLO, sino que el gobierno nos dice que al final de la legislatura tendremos más desempleo del que ya hubo el año pasado. Para correr. No hace tanto tiempo oía a Montoro decir que la paralización del paro y el inicio de la creación de empleo se produciría en la segunda mitad de 2O13, pero ahora se desdice. Sólo el matiz introducido ayer por Mariano Rajoy refiriéndose al año que viene como mejor que el presente, hizo que enarcásemos las cejas con curiosidad y cierta esperanza, aunque los mensajes contradictorios comienzan a recordarnos gobiernos que se fueron siendo muy odiados. Además, según parece, la auténtica creación de empleo tendrá que esperar a la década de los años 2O, lo que nos coloca en una situación que no es como para sonreír y explican los síntomas depresivos de los ciudadanos, desconfiados en general y atemorizados en muchos casos.
El gobierno, fuerte en sus convicciones, sigue anunciando reformas mientras la agencia de calificación Standard and Poor’s , que ya bajó la calificación española, ahora se ha entretenido con el rating de 1O bancos, entre los cuales se encuentran algunos de los más importantes. Creo que hasta que los europeos no empecemos a perderle el respeto a las agencias y a estos ‘mercados’ interesados en el hundimiento económico de ciertos países, para después comprarlos a precio de saldo, poca cosa vamos a conseguir. Dicen que para ello es fundamental la política fiscal común y la aparición de los eurobonos y yo creo que, en nuestro caso, esa reforma que entre tantas otras este gobierno todavía no se ha atrevido a acometer, y que es la reforma financiera. Dicen que con esa reforma, de verdad afloraría el crédito a las familias y a las empresas y no como ahora, que sólo está sirviendo para financiar a las instituciones.
Alberto Núñez Feijóo, presidente de la autonomía gallega, dijo algo en lo que cada vez coincidimos más ciudadanos europeos y, como es obvio, no sólo de la izquierda, sino también del centro y del centro derecha, y no es más que la necesidad de abrir un proceso de crecimiento para la creación de empleo. Cada vez más desempleados y con menos esperanzas, mientras se deteriora el escenario de la protección social sin que se vea solución a medio plazo, podría desesperar a muchos ciudadanos quienes, además, no estén dispuestos a esperar a la década que viene para poder curar su depresión. Y, me parece, que es razonable
1 comentario en «EL LABERINTO
La depresión
[Javier Berrio]»
Sr. Berrio, me voy a tomar un «comprimido» para ver si se me pasa algo esta «depre». Los países de la UE, y concretamente los que están en la zona Euro, tienen puestas las esperanzas de que al menos el intercambio comercial entre ellos, mantenga un cierto ritmo suavemente creciente. Si esta premisa tampoco se cumpliese, algunos integrantes como España, lo tendríamos muy difícil.
El flujo tanto de mercancías como de empresas que debería ser más natural se nos va cerrando poco a poco. Hace tiempo, comenzó con la requisa de todos los bienes raíces (fincas agrícolas, casas, naves e industrias) a los españoles residentes en Cuba. Después de mucho tiempo (Franco ya había muerto), se compensó al Estado español con el envío de inodoros y elementos sanitarios (de mala calidad) como único pago. Posteriormente, ya tuvimos algún encontronazo con la administración de Perú (¿años 80?) con Alan García por falta de liquidez. Más tarde, ya con Chávez, Venezuela nacionaliza la filial del Banco de Santander, requisa de toda finca o rancho y explotación agrícola a residentes españoles; y todavía se sigue jactándose de seguir nacionalizando otras inversiones españolas. Con Evo Morales, el Sr. Zapatero condonó varios millones de €, para después ir arrebatando a sus propietarios legales, instalaciones de prospección y distribución de energía, como la reciente de la electricidad. De la República Argentina, con los Kischner, se empezó regular tirando a mal, con Telefónica (con amenaza de cederla a la competencia italiana); más tarde, se adquirió una sociedad quebrada, Aerolineas Argentinas, por el grupo Marsans, que después, aprovechando la debilidad de este grupo español y del gobierno de turno, también fué arrebatada por el difunto presidente Kischner. Y ahora, su viuda y Presidenta, ha ido enfrentando a las diferentes provincias contra la retirada de licencia de prospección a Repsol YPF, para después de un acoso y derribo, arrebatársela a Repsol…y si pagan algo será lo que diga Kicillof.
Es decir, que poco arriendo las ganancias, si España cree como su salvación y crecimiento económico, sentarse a la mesa con semejantes tahúres.
Bueno, me voy a tomar mejor dos «comprimidos» anti deprimentes.