El juez de Aracena que lleva el ‘caso de la aldea de Calabazares’ ha llamado a declarar este miércoles al acusado del doble crimen, Genaro Ramallo Guevara. Este se encuentra en prisión incondicional y sin fianza por dos delitos de asesinato, por la muerte de la sevillana María del Carmen Espejo y su hijo Antonio, hace más de 18 años y cuyos cuerpos aparecieron enterrados en Calabazares, una aldea de Almonaster la Real.
El presunto asesino se negó a declarar ante el juez en Huelva después de su detención en Francia, y sólo habló para asegurar que se entregó voluntariamente el pasado 30 de septiembre a las autoridades del Consulado de España en la ciudad francesa de Toulouse, localidad adonde había huido después de que la Brigada de la Policía Judicial de Sevilla descubriese los cadáveres de la mujer y su hijo de diez años.
Fue a mediados del mes de septiembre del pasado año cuando la Policía Judicial de Sevilla destapó los cuerpos de las dos personas fallecidas y que se hallaban sepultadas bajo dos metros de piedras en una finca propiedad del principal sospechoso ubicada en la aldea de Calabazares, perteneciente al municipio de Almonaster la Real.
Genaro Ramallo llevaba una aparente vida normal en Huelva hasta que aparecieron los cadáveres, momento en el que huyó a Francia donde fue detenido tras llevar en el país vecino poco más de 20 días.
La localización de los cuerpos de María del Carmen Espejo y su hijo Antonio ha permitido reabrir el caso de su desaparición, denunciada por el padre y hermana de la víctima en 1994. Por su parte, el presunto homicida nunca denunció su desaparición alegando que su pareja le había abandonado, e incluso afirmaba que se veía “periódicamente” con su hijo.
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