Jessica Pascual, de 30 años y madre de una niña de diez meses, ha iniciado una huelga de hambre antes las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Huelva. Su objetivo no es otro que pedir que su marido, Said Allaoui, de origen marroquí, vuelva a España.Su batalla se remonta a 2008, pero hasta ahora todos sus intentos han sido baldíos: sobre Said pesa una orden de expulsión emitida por un juzgado de Jaén. Estaba acusado por delitos de hurto y contra la salud pública cometidos en Huelva y en otras provincias andaluzas. La orden no expirará hasta 2014 y Jessica asegura que necesita la vuelta de su marido: «Mi hija necesita a su padre. Estoy desesperada y nadie me ayuda».
Said se encuentra en Marruecos y desde que la niña nació tan solo la ha visto en una ocasión, cuando Jessica y su hija fueron a visitarlo en diciembre del pasado año.
No teme a las consecuencias de la huelga de hambre, porque asegura que no tiene ya nada que perder. Ha escrito al Rey, al Defensor del Pueblo, al presidente del Gobierno… Y el resultado siempre ha sido el mismo, ya que la Justicia no cede a su petición.
La historia de esta pareja se inició en 2008, en Semana Santa. Dos años después iban a casarse, pero Said fue detenido justo cuando salía del Juzgado de Isla Cristina, encargado de la unión civil de la pareja. Era el 22 de febrero y un día después estaba de camino a Marruecos, expulsado de España.
El pasado año se casaron por poderes cuando Jessica estaba embarazada. La niña nació en julio de ese año y hasta diciembre tuvo que esperar Said para conocerla.
La batalla continúa y Jessica no piensa faltar ni un solo día a su cita con las puertas de la Subdelegación del Gobierno, aunque solo se le ha permitido por ahora estar hasta final de este mes y en un horario que va desde las 13.00 a las 23.00 horas.