El exdelantero del Real Zaragoza Braulio Nóbrega, que fue futbolista del Recreativo en la temporada 2009/10, ha sido condenado a multas que ascienden a 12.600 euros por dos delitos de abuso sexual, dos faltas por vejaciones y uno de lesiones a cuatro mujeres a las que no podrá acercarse en un plazo de entre seis meses y tres años. Nóbrega ha reconocido los hechos que le imputó la Guardia Civil, tras su detención en pleno entrenamiento del Real Zaragoza el pasado 21 de septiembre, aun cuando los había negado ante la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de la capital aragonesa. Según han informado fuentes judiciales, el futbolista canario, para quien el fiscal pedía cinco años de cárcel, ha aceptado los hechos que se le imputaban en el transcurso de un juicio celebrado a puerta cerrada en la capital aragonesa.
El jugador, cuyo contrato en el Cartagena expira en los próximos días, se ha beneficiado de la aplicación de una atenuante por reparación del daño causado, dado que indemnizó en pasadas fechas a todas sus víctimas, y ha eludido la posibilidad de una sentencia con condena de prisión efectiva. La sentencia, dictada in voce por la juez al coincidir la petición de la defensa con la de las acusaciones, es firme por lo que el exzaragocista acumulará antecedentes penales en su historial.
El escrito de la fiscalía, aceptado por el jugador canario como cierto, relata que el pasado verano fue el autor de cuatro ataques de carácter sexual en la localidad de Cuarte de Huerva, localidad en la que residía. Braulio fue detenido el 21 de septiembre del año pasado, dos días después de que una vecina de Cuarte denunciara ante la Guardia Civil haber sido víctima de una agresión en plena calle.
En su denuncia, la mujer describió la presencia de un Porsche negro en las inmediaciones del lugar y de una bolsa deportiva en su interior, una descripción que coincidió con la dada por una testigo que vio el asalto y la huida del sospechoso.
La fiscalía responsabilizó, además, al jugador de la agresión sufrida por otra mujer a la que tiró al suelo, donde la manoseó los pechos antes de emprender la huida campo a través.
Los abusos corresponden a un hecho ocurrido a principios de junio del año pasado, cuando se acercó a una mujer para tocarle los pechos al tiempo que le gritaba «te he tocado una teta, te he tocado una teta, ja, ja», y a un segundo caso en el que el jugador pidió a otra mujer que se acercara a su vehículo mientras se masturbaba en su interior.