La implantación de la nueva jornada laboral de 37,5 horas semanales en el Servicio Andaluz de Salud va a suponer importantes cambios en las retribuciones y las condiciones de trabajo del personal del SAS. Así lo entiende el sector de Sanidad del sindicato CSI-F que asegura que esta medida “sólo busca el ahorro presupuestario y tiene como consecuencia directa una nueva merma en las nóminas de las plantillas que se une a la ya aplicada desde el 1 de julio”. Esta disminución afectará especialmente, aunque no de forma exclusiva, al colectivo de médicos y enfermeras de Atención Primaria.
Por ello, CSI-F ha tratado de racionalizar la aplicación de la jornada de 37,5 horas con el objetivo de establecer criterios uniformes en todo el Servicio Andaluz de Salud y, de esta forma, evitar las arbitrariedades que se están detectando en los centros.
Según la valoración realizada por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, el modelo de incremento de jornada propuesto por el SAS supone entre otras cuestiones acrecentar las pérdidas retributivas; modificar de forma sustancial las condiciones de trabajo, dejando abierta la disparidad de criterios en cada centro; y permitir la movilidad funcional de los profesionales fuera del ámbito en el que desarrollan su trabajo habitualmente. Además, existe el peligro de que se obligue a profesionales que llevan años sin atender urgencias a realizar este tipo de servicios sin la formación de reciclaje necesaria para ello.
De forma paralela, CSI-F asegura que la implantación de las 37,5 horas semanales está sirviendo al SAS para aumentar la precariedad laboral al permitir que trabajadores con nombramientos de jornada parcial tengan que realizar entre 4 y 5 horas diarias con desplazamientos a diferentes localidades. De la misma forma, la Administración pretende incrementar la jornada prolongando el horario por la tarde sin regular el tiempo necesario para la comida. En este sentido, se ha pedido que el aumento de horas quedara reflejado al inicio o al final de la jornada en vez de realizar el turno de tarde, algo a lo que el Servicio Andaluz de Salud se ha opuesto “con el único objetivo de buscar ahorro económico”, asegura la Central Sindical.
Desde la Central Sindical espera que el SAS que la Administración reconsidere su postura y abra nuevas vías de negociación para que este incremento de la jornada no suponga más perdidas retributivas y de derechos de los trabajadores. Mientras tanto, CSI-F continuará con su campaña de denuncias de los abusos y arbitrariedades que se cometan y secundará todas las convocatorias de movilizaciones propuestas por la Plataforma Sindical de Andalucía.
Por otra parte, el sindicato lamenta que el personal tenga que compensar las horas correspondientes desde el 1 de julio, fecha en la que se aprobó la ampliación de jornada aunque no se ha hecho efectiva hasta el 1 de octubre. Esta compensación se realizará cubriendo vacaciones, permisos, licencias o bajas y, de esta forma, “la Administración no invierte ni un solo euro en realizar sustituciones y contratar al personal necesario para ello”.
Finalmente, el sindicato estudiará y valorará las próximas acciones a realizar sin descartar ninguna medida ni judicial ni de movilizaciones.