Hay que entender la importancia que tienen en La Palma los Salesianos para valorar en su justa medida un acontecimiento como la llegada de las reliquias de San Juan Bosco a la localidad. Desde antes de las 5 de la tarde de este miércoles, hora en la que la urna con los sagrados restos hizo su entrada, numerosas personas se congregaban en los alrededores de la iglesia de El Salvador para recibir al Santo de los jóvenes, que ha recalado en tierras palmerinas dentro de la peregrinación que lleva a cabo por todo el mundo con motivo del bicentenario de su nacimiento.
Entró en las calles portado a hombros por 24 personas, precedido por la Banda Municipal Nuestra Señora del Valle, por niños a caballo y acompañado por una verdadera multitud. En ocasiones este último término se emplea para reflejar el aceptable poder de convocatoria de determinados eventos o celebraciones, pero en este caso refleja fielmente la realidad.
Hubo ocasión de comprobarlo en el patio del Colegio Santo Domingo Savio, que acogió uno de los actos más simbólicos de la tarde: Don Bosco rodeado de niños, jóvenes, profesores, padres y antiguos alumnos. La comunidad salesiana, que este año celebra su medio siglo de presencia en La Palma, preparó una bienvenida sincera y muy emotiva. Quedó claro en las intervenciones que se pronunciaron con la urna por testigo, que expresaron la profunda verenación que el pueblo de La Palma siente por Don Bosco y por su obra.
Hablaron alumnos pequeños y mayores, el director titular del centro, Juan José Gutiérrez Galeote, el inspector salesiano, Francisco Ruiz, y Miguel Moreno, ‘don Miguel’, hasta hace poco sacerdote de los salesianos en La Palma, que al hilo de sus emocionadas palabras le alcanzó desde la grada el gran respeto y cariño que le guardan palmerinos de todas las edades y condición. Sin excepción subrayaron la enorme importancia del acontecimiento que vivía La Palma, al que no dudaron en calificar como «unico» e «histórico». ‘Don Miguel’ llegó a decir dirigiéndose a «esos niños de la gorra naranja», en referencia a los más pequeños, que siempre recordarán el 10 de octubre de 2012.
Don Bosco abandonó el patio del colegio como sólo podía hacerlo el fundador de los Salesianos. Y posteriormente enfiló las calles hacia el corazón de La Palma en un itinerario que estuvo salpicado de numerosas ofrendas de flores y petaladas llevadas a cabo por parte de los grupos parroquiales.
En la plaza de España las reliquias de Don Bosco fueron recibidas por el alcalde, Juan Carlos Lagares, que intervino ante los presentes para destacar la importancia del momento y «de la buena simiente» que la obra salesiana ha dejado en La Palma. El alcalde, que dijo que era un «gran honor recibir al Santo», aseguró que hoy más que nunca, cuando los jóvenes se tienen que enfrentar a numerosos problemas y al desempleo, es necesario el magisterio salesiano y su educación cristiana. Asimismo destacó la labor que desarrollan los profesores del colegio, que imparten una formación donde prevalece el respeto y la solidaridad.
También intervino en la plaza de España Francisco Ruiz para agradecer al alcalde el apoyo que el Ayuntamiento presta a la labor que los Salesianos llevan a cabo en La Palma y hacerle entrega de un presente como símbolo de esa ayuda. Asimismo agradeció su presencia al resto de autoridades, a las hermandades y, especialmente, a la iglesia, que abrió las puertas de la parroquia de San Juan Bautista para acoger el relicario.
Más tarde, en el crepúsculo, los restos de Don Bosco llegaron a la iglesia parroquial, donde fueron recibidos por las autoridades eclesiales y por las superioras de las comunidades religiosas. Y a continuación se ofició una solemne eucaristía presidida por el inspector salesiano. El dinero recaudado en las ofrendas de la eucaristía será destinado a diferentes campañas de solidaridad.
Finalizada la misa todas las hermandades de La Palma rindieron honores al Santo, que quedó expuesto para el culto público de los fieles con la guarda de honor de los alumnos de cuarto de ESO y los grupos jóvenes de la localidad en un ambiente de silencio.
A las 12 de la noche se inició la vigilia vocacional, presidida por Juan José Gutiérrez Galeote, y a la 1 de la madrugada el turno de vela durante toda la noche. La salida de Don Bosco de la iglesia parroquial San Juan Bautista está prevista ya el jueves a las 6.30, tras lo cual el programa contempla una visita al Convento de las Hermanas de la Cruz, donde a las 7 de la mañana se producirá el rezo de laudes.
Posteriormente las reliquias serán trasladadas en rosario de la aurora al colegio salesiano portadas por el claustro de profesores y antiguos alumnos. Y ya en la iglesia de El Salvador comenzará, a las 8.15, la misa de despedida, que será presidida por el coordinador pastoral de la casa, Serafín Berrio. Así finalizarán las 16 intensísimas horas que Don Bosco ha dedicado a La Palma, un pueblo que se ha volcado con su presencia.
El colegio salesiano Santo Domingo Savio ha organizado un extenso programa de actos con motivo de la llegada de las reliquias que ha incluido desde unidades didácticas sobre Don Bosco y los Salesianos, concursos de dibujo, collage, poesía o cómic hasta una escuela de padres o un triduo escolar dedicado al Santo. Los estudiantes han adornado las clases y los patios del colegio.
Pero sin duda para profesones y estudiantes el día grande también ha sido este miércoles ya que por la mañana el colegio celebró una gran chocolatada y anunció la inminente llegada de Don Bosco con una gran Caravana de la Alegría que recorrió todas las calles rodeada de la alegría que emana de quienes se sienten partícipes de una jornada histórica. En lo días previos igualmente se celebraron campeonatos deportivos, cuentacuentos sobre Don Bosco y ofrendas de flores de los alumnos más pequeños acompañados de sus familiares.