Los socios y asiduos del Círculo Deportivo de la Juventud, popularmente conocido como el Casino cartayero, ubicado en plena Plaza Redonda, compaginan estos días la lectura de la prensa y las partidas de cartas o de billar con la visita de los aficionados a la pintura, que acuden a visualizar la obra de uno de sus vecinos, el polifacético presentador Pepe Salas, que expone estos días una parte de su colección taurina y de su colección paisajística.
Un total de 12 cuadros componen la que se ha convertido en la primera muestra de estas características que en los últimos años encuentra acomodo en este espacio, tradicional foro de actividades culturales, que había cambiado esta tendencia en los últimos tiempos.
Precisamente impulsar la recuperación del Casino cartayero como espacio promotor de actividades culturales es el objetivo de la exposición, que promueve la nueva Junta Directiva del mismo, y cuya pretensión es dinamizar y darle vida a una de las entidades más emblemáticos del municipio.
Y precisamente por ello este ha sido el marco escogido por Salas, que se adentró en el mundo del arte en los años 80 “por pura vocación”, para ofrecer a sus paisanos una muestra de su obra. De ella ha escogido un grupo de lienzos realizados en acrílico en los que aborda dos temáticas muy presentes en sus pinturas: los paisajes y el mundo del toro. Son, en su mayoría, asegura el autor, “primeros planos, que se detienen en detalles muy concretos de la fiesta nacional, por una parte, y en vistas espectaculares de la naturaleza que nos rodea, por otra”.
Todos estos motivos, explica el autor, “aparecen plasmados con mucho colorido y una gran cantidad de luz”, de manera que la claridad y los contrastes de los lienzos llenan de vida el espacio en el que se exponen.
La muestra es, por lo demás, la segunda que Salas realiza en su localidad de residencia, y es un fiel reflejo de su “pasión por la pintura”, a la que confiesa dedicar “mis ratos libres, entre otras cosas porque me permite evadirme de la realidad y sumergirme en un mundo que me fascina”.
Se define asimismo como un “pintor autodidacta”, que no ha acudido a ninguna escuela ni ha recibido clases de ningún profesor, pero que vive la pintura de una forma especial “desde que era un niño”. A sus 60 años, se considera “en plena juventud creativa” y se muestra “tremendamente satisfecho con el hecho de que mis cuadros puedan verse estos días en uno de los espacios más característicos de mi pueblo”. Por cierto que ya está preparando la próxima exposición de sus trabajos pictóricos, que, “si todo marcha según lo previsto, será en diciembre en Ayamonte”.