(Texto: Juan María Martín) En esta entrevista Felipe J. Chaparro nos muestra desde sus inicios en el mundo de la música hasta sus futuros proyectos, todo un largo recorrido de la estupenda carrera musical del mejor músico que ha dado Bonares.
-¿Cómo fueron tus inicios con la guitarra?
Yo comencé en la escuela municipal de música de Bonares, con Antonio León y Cristobal Pavón, que fueron mis primeros maestros y a quienes debo que hoy sea músico. En cuanto a la guitarra, comencé con mi tía María Jesús García Chaparro, a quien también debo muchísimo. Fue ella quien me puso los dedos en los primeros acordes y las primeras canciones. Con ella empece a tocar en el coro parroquial, y aprendí mucha música. Sobre todo a tocar sin necesidad de tener una partitura, por intuición y entrenando bien el oído.
Me acostumbré a tocar en la Iglesia con un «publico», fue una etapa muy importante para mi, y de hecho lo sigue siendo. Por otro lado, con mis amigos, siempre he tenido la guitarra encima, en especial con mi gran amigo y compadre Pepe (José Mora), que nos pegábamos tardes enteras tocando juntos. Yo estudiaba música ya en estos momentos en el conservatorio con la Trompa.
-¿Cuántas guitarras tienes?
Tengo unas cuantas. Tengo como unas 16, contando guitarras antiguas que me han dado conocidos y familiares, guitarras eléctricas, acústicas, flamencas enchufadas para actuaciones, guitarras de batalla, etc. Aunque guitarras de un nivel profesional alto, tengo dos, una Valeriano Bernal, de Algodonales de Cádiz, y otra de Hermanos Conde, de Madrid.
-¿Cómo aprendiste a tocar la guitarra?
Como dije antes, comencé a tocar con mi tía Maria Jesús en el coro parroquial de Bonares. Mas tarde, mientras estudiaba Trompa en el conservatorio de Huelva, incluyeron la especialidad de guitarra flamenca.
Fue entonces cuando me puse las pilas para poder sacar una nota alta en las pruebas y exámenes de acceso al grado profesional y poder coger una plaza. Las cosas me fueron bien y conseguí la plaza, en la que por cierto, es la primera promoción de guitarra flamenca en el conservatorio de Huelva. A partir de ese momento, me dedique a estudiar academicamente la guitarra flamenca, junto con magisterio y trompa. Conseguí los títulos en Huelva de Magisterio musical, de Trompa y de Guitarra flamenca, y realice las pruebas para el grado superior en Sevilla, consiguiendo una plaza para hacer la especialidad de Musicologia. Este año he realizado las pruebas para el grado superior de Guitarra flamenca en Córdoba, consiguiendo también la plaza. En Huelva tuve la suerte de tener como profesor de Guitarra a José Raúl LLanes, que es un musicazo, y con el aprendí a aplicar al flamenco armonías cercanas al jazz. Nos animaba a componer y a improvisar, a tocar y ver realmente la música y no limitarnos a la lectura de una partitura. Es un gran profesor, siempre me quedare corto hablando de él. Luego he estado con José Bernal, también en Huelva, con quien pude profundizar en el acompañamiento al cante y baile. Y bueno, en Córdoba estoy con Manuel Cera, Daniel Navarro (Niño de Pura), Paco Serrano y Manolo Franco, que decir de ellos, son una autoridad en la Guitarra.
-¿En tu familia hay afición por el flamenco?
Pues si, aunque mis padres no son flamencos, mis abuelos si. Por parte paterna, mi abuelo Felipe Chaparro, me cuentan que cantaba muy bien, y le gustaba bastante el cante, y por parte materna, mi abuelo José, «el lucenero», es también muy aficionado.
-¿Y cómo surgió esa vocación?
Pues realmente, fue cuando incluyeron la especialidad de flamenco en el conservatorio de Huelva. Antes de eso, tocaba la guitarra con amigos o en el coro, pero fuen entonces cuando empece a profundizar en el flamenco y en especial en la tecnica. Sobre todo cuando estube estudiando para las pruebas. Conoci a compañeros que tambien se presentaban, empece a acompañar a cantaores en Huelva con ellos y poco a poco fui metiendome en ese mundo
-¿Quién te ha influido más a la hora de tocar la guitarra?
Es una pregunta complicada, porque realmente escucho todos los guitarristas que puedo, estoy totalmente enganchado. El primer guitarrista flamenco que escuche fue el Niño Miguel, sus dos discos grabados en su juventud. Aquello me impacto muchísimo Este hombre es un Genio en mayúsculas aunque su enfermedad (esquizofrenia) nos ha privado de la mayor parte de su talento, de hecho, transcripciones de obras suyas son estudiadas en los conservatorios superiores. En Córdoba, por ejemplo, tenemos que tocar piezas suyas de carácter obligatorio. Por supuesto, Paco de Lucia, que es quien ha revolucionado la guitarra y la ha puesto donde se merece. También he oído muchísimo a Vicente Amigo y su musicalidad, a Gerardo Nuñez con su técnica Rafael Riqueni, Manolo Sanlucar, Sabicas y Niño Ricardo de la vieja escuela, a Moraito y Manuel Parrilla acompañando por Jerez, la nueva tendencia de Diego del Morao y Dani de Morón, a Cañizares, José Luis Rodriguez… en fin, tendría que nombrarte una larguísima lista, porque ya te digo, cada guitarrista aporta un punto de vista diferente.
-¿Grabar un disco está entre tus proyectos?
Hombre eso son palabras mayores, pero la verdad es que no lo descarto. De hecho, estoy componiendo piezas, y tengo ya varias terminadas, de distintos palos. Tengo algo por rondeña, buleria, por granaina, unos tangos, colombianas, fandangos de Huelva, taranta, entre otras, y les estoy dando forma. En mi casa he montado un estudio, y bueno, por lo pronto estoy grabando en el.
-Últimamente, muchos guitarristas, hablan de sus nuevos discos, como evolución del flamenco, flamenco moderno, fusiones, etc… Pero sin perder la raíz. ¿Qué tienes que decir al respecto?
Es un tema delicado dentro del flamenco. Bueno, yo siempre defenderé la libertad de expresión musical. Es verdad que en el flamenco, por ser de tradición oral, existe a su alrededor un aura de protección de la esencia, de lo «puro», para conservar las raíces Y me parece bien que exista una fuerza que aguante un poco el, muchas veces exagerado, deseo de innovación Sobre todo cuando el fin es la innovación por la innovación y no tanto el expresar o decir algo con una pieza. Aunque, por otro lado, pienso que las cosas no son mejores por ser más antiguas. Creo que no hay que sobrevalorar la antigüedad es decir, existen grabaciones y documentos antiguos que no tienen por que ser buenos por el hecho de ser antiguo. Hay cosas antiguas que no son buenas, al igual que hay grabaciones modernas que tampoco lo son. La calidad musical es independiente al estilo, a mi parecer. Pienso que para innovar, hay que conocer antes a los maestros antiguos, las raíces por eso esta bien tirar hacia delante pero una vez que se conozca bien el quehacer de nuestros precesores y las señas de identidad de esta música Ahora mismo, esta apareciendo una nueva escuela con guitarristas como Diego del Morao, Dani de Morón, que están desarrollando realmente un nuevo lenguaje, que abre un nuevo horizonte para la guitarra. Ahora, que una composición sea buena o no es un hecho relativamente objetivo, pero que esa composición guste al público es otro tema. Depende de cada persona, de la formación del público, del conocimiento, que al fin y al cabo, es el medidor de nuestra capacidad de disfrute. También existen elementos «universales», clásicos que gustan por encima de estilos, que han vencido la barrera del tiempo, como la claridad, la limpieza o la simetría. Por eso es difícil que música de vanguardia guste rápido a un público amplio, se necesita un tiempo de asimilación.
-¿Le cuesta mucho a un guitarrista flamenco lanzarse a editar un primer disco en solitario? ¿hay muchos obstáculos?
Muchísimo. Es una apuesta muy arriesgada. Piensa que el publico de guitarra flamenca es un sector pequeño. Por eso, a una discográfica no le interesa un disco de guitarra solista, incluso para guitarristas ya consagrados. Si encima, no tienes todavía un nombre, y pretendemos el lanzamiento de un primer disco, imagínate. Es muy difícil Y no solo se trata de la grabación de un disco, sino de conciertos y recitales. Ser un guitarrista de concierto y vivir de ello es prácticamente imposible, ya que, por cada diez espectáculos flamencos, cinco son de cante, cuatro son de baile, y con suerte uno se dedica a la guitarra de concierto, y van destinados a guitarristas consagrados. Puede que muchas «fusiones» sean realmente estrategias de discográficas para poder vender mejor su producto. Por eso, es más fácil trabajar de acompañamiento al cante o baile.
-¿Dentro del flamenco, quizás es la guitarra lo que más ha evolucionado?
La guitarra, con Paco de Lucia ha evolucionado muchísimo Es verdad. y quizás dentro de las tres principales disciplinas del flamenco, la guitarra ha sido la que mas frente al cante y al baile. Sobre todo en el aspecto armónico. La guitarra se ha enriquecido armónicamente de otras músicas, y hoy en día, los guitarristas flamencos tienen un gran dominio del mástil. Hay que tener cuidado en este aspecto, porque muchos guitarristas defienden la guitarra antigua, frente a la moderna. No hay que confundir la idea de evolución con la de progreso. No toda la evolución tiene que implicar un progreso, o una mejora de lo anterior. Creo que lo mejor es pensar en diferentes estilos, estilo antiguo, moderno, etc… y cada uno se ha formado dentro de un contexto social e histórico que los ha definido. La guitarra moderna esta impregnada de armonías de otras músicas gracias al aumento de comunicaciones entre países, internet y los medios de comunicación. Incluso la forma de oír la música por parte del publico, el CD, luego el formato mp3, la forma de consumo rápido discográficas ..Creo que todo influye. Hoy en día técnicamente la guitarra esta en un nivel altísimo gracias al trabajo de Paco de Lucia, y todos los grandes maestros, y superar ese nivel es una tarea imposible. Puede que el secreto para poder hacernos un hueco en este apretadisimo mundo sea no obsesionarnos con competir técnicamente, sino en crear y tocar la música que sintamos. A veces, se dice mucho más con una nota y un silencio con un gran sentido, que con diez notas rápidas y huecas; tal y como pasa con las propias palabras.
-Acompañar al cante, ¿tarea difícil?
Si que lo es, y mucho. Cada cantaor es un mundo. Hay quien te pide fuerza en el toque, otros que prefieren un acompañamiento más suave, otros solo quieren los acordes que sean necesarios, otros quieren que adornes mucho…Es complicado. La clave es conocer al cantaor, y acompañar no solo en los tonos por los que pase. Pienso que el acompañamiento es mucho más que eso, hay que saber acoplarse a la intención y al carácter del cante. Existe un altísimo componente de improvisación en el acompañamiento, y esto engrandece a la música flamenca. Yo he tocado con muchísimos guitarristas clásicos que han terminado sus carreras, y se han quedado muy sorprendidos con el tema de la improvisación Alguno incluso me ha llegado a decir mientras tocábamos algo juntos, que era la primera vez que disfrutaba con la guitarra. Esto lo dice todo.
-¿Son buenas las nuevas tecnologías para el flamenco, las utilizas mucho?
Por supuesto. Estamos en una situación muy difícil y como he dicho antes, la grabación en estudios profesionales se escapa de las manos. Muchos guitarristas han montado sus propios estudios, y han creado sus propios sellos discográficos, como Gerardo Nuñez. Realmente, los estudios caseros son cada vez mas numerosos, y los recursos informáticos disponibles son bastante buenos. Se pueden conseguir grabaciones con un sonido muy profesional, con tan solo un ordenador, un micro, y grandes ideas. A mi también me interesa mucho todo ese mundo de la producción musical, he realizado cursos por mi cuenta, y tengo montado un estudio en mi casa. En el tema de la informática me ha ayudado mi hermano Alfonso Chaparro, que es ingeniero informático.
-¿Qué proyectos tienes?
Bueno, estoy estudiando y quiero terminar. He hecho Magisterio, el grado profesional de Trompa, el de Guitarra Flamenca en Huelva, el grado superior de Musicologia en Sevilla, y estoy con el superior de guitarra flamenca en Córdoba Ese es mi objetivo principal. Fuera del ámbito académico, quiero realizar un disco mio propio, de mis piezas de guitarra. Ahora mismo estoy grabando con José María Coronel, el Chavo, en mi casa, y lo sacaremos este año. Con Cristobal Martín también estoy grabando una maqueta. También he terminado tres marchas de procesión para banda, que quiero publicar este año.