(Texto: Bernardo Romero) XXXVIII Festival de Cine Iberoamericano de Huelva Sección a Concurso. NOS VEMOS PAPÁ. México, 2011. 89‘
Dirección y guión: Lucía Carreras. Montaje: Óscar Figueroa. Fotografía: Germán Lammers. Música: Christian Basso. Directora de Arte: Lucía Barba. Intérpretes: Cecilia Suárez, Arturo Barba, Marcelo D’Andrea, Gabriela de la Garza, Moisés Arizmendi yVerónica Langer. Producción: Machete producciones.
Méjico parece reinventarse en esta cinta que insiste en esa idea que cada vez se nos antoja más cierta de la muerte como rasgo definitorio de un país que la venera, le rinde culto y hasta la festeja. Rodada con un ritmo lentísimo, recreándose en el perfil psicológico de una joven que no acepta la desaparición de la figura paterna, de un progenitor con quién había mantenido una relación que va más allá del lógico amor paterno filial. La cinta pretende no distraer al espectador lo más mínimo de aquello para lo que ha sido rodada: narrar la historia de esa joven que ocupa el lugar de la madre tras el fallecimiento, anterior, de esta otra figura que termina de descomponer un cuadro pintado en un sólo tono, con un sólo tempo que puede llegar a ser agobiante para el espectador. Una hora y media que transcurre por la pantalla con una muy medida repetición de gestos, de rituales cotidianos elevados o transformados en una liturgia que oficia, desde la ausencia, un padre que sigue estando para la protagonista presente, viviendo mucho más allá de la muerte porque es la propia vida de la atormentada protagonista.
Impecable técnicamente la realización. No tenemos nada que objetar. Buen film para la apertura de un congreso o simposio de psiquiatría. Buena película para ofrecer en su fiesta de fin de curso a la promoción de psicólogos recién graduados por la Universidad de Buenos Aires. Incluso puede que buenísima película para los mejicanos en el día ese que celebran lo de sus muertitos, pero un tostón para quienes somos gente más vacía y simple, para quienes vamos al cine con el único propósito de ver una película y si es buena, entretenida y emocionante, pues mejor, mucho mejor. Qué se le va a hacer, a todos puede que no nos interese lo que circula por las cabecitas estropeadas de los demás. Eso lo dejamos para los especialistas. Ya les digo, yo al menos, soy mucho más simple, me conformo con mucho menos. Con lograr entrever los complicados vericuetos de mi linda cabecita, me conformo.