Precisamente, en esta pasada Semana Santa, fue que como llovía tanto y se suspendieron las procesiones, dispusimos de tiempo suficiente para echar un vistazo a las fotos familiares. Algunas, desvaído su color por los años, nos mostraban momentos felices de cuando éramos jóvenes. Las había de todo tipo, en el campo, en la playa, en diferentes barbacoas, de bodas, de comuniones o de bautizos. Casualmente fotos de entierros no. ¿Acaso usted tiene guardada alguna foto de algún entierro al que haya asistido en alguna ocasión?

También aparecieron fotos de cuando éramos niños, las clásicas de colegio, de pie junto a una mesa, con el libro abierto y la bola del mundo, detrás la pizarra y un mapa de España. Viendo nuestras caras, nos reíamos de nosotros mismos. También, como no, aparece alguna “orla” de cuando estábamos en cursos superiores. Siendo que en este punto, empezamos a comentar señalando a cada uno que íbamos reconociendo: “Mira este es Fulanito, te acuerdas, se metió a Cura, y este es Menganito, que quería ser Médico y acabó de Abogado, y esta era Zutanita, se fue de Maestra nada menos que a Zamora, no la hemos vuelto a ver. ¿Y quién era éste?….No recuerdo su nombre, pero sé que andaba en la mar. Y así una y otra foto. Desgraciadamente, no todos los que estaban fotografiados con nosotros siguen en este mundo. No todos llegamos a Curas, Médicos, Abogados o Maestros, pero sí que algunos empezaron con el trapicheo del tabaco y de ahí a otros alijos de “más valor” en el oscuro mundo del contrabando. Hoy están purgando su mala conducta, pero ello no va a hacer que me deshaga de aquellas fotos que comparto con otros compañeros y amigos. Eran otros tiempos, y de ellos quiero conservar los buenos recuerdos.

Lo malo de estas fotos es que cuando con el tiempo, eres alguien reconocido en Política, como por ejemplo el Sr. Núñez Feijóo, actual Presidente de la Xunta de Galicia, perversamente alguien las utiliza para menoscabar su honorabilidad, publicándolas nada menos que en la primera página de un periódico, en este caso El País. El titular: El Presidente de la Xunta con su amigo el contrabandista. El titular y el mensaje es claro, pernicioso y demoledor. El mal, ya está hecho. La misma foto, cambiando el titular, solo tendría algún valor para los familiares del que devino en contrabandista: ” Marcial Dorado, con un conocido, empleado en la Xunta”. Por aquél entonces, ni Marcial Dorado estaba imputado por contrabandista, ni se le pudo demostrar nada punible hasta llegado el III Milenio. Hacía tiempo que estas relaciones habían quedado en una mera anécdota de juventud. La conducta reprochable de Marcial Dorado, como contrabandista no solo con trapicheos de tabaco, sino con estupefacientes, le acabaron llevando a los Tribunales de Justicia y de ahí a la cárcel. La conducta de Núñez Feijóo, rompiendo toda relación don Marcial Dorado, fue y es, totalmente limpia y transparente, salvo que se demuestre lo contrario, por lo que en Democracia le permitió alcanzar la Presidencia de la Xunta. Una misma foto y dos conductas bien distintas y distantes.
No me cabe la menor duda de que Pachi Vázquez, del PSG, (que ahora quiere hacer méritos ante Rubalcaba) le debe tener mucho miedo como contrincante político, pues ha pedido, que digo, ha exigido ante los micrófonos de la Radio, que dimita inmediatamente de su cargo de Presidente a Núñez Feijóo. A ciertos polítiquillos todo les vale, para pretender llegar a donde no pueden ni deben, y ahora que hablamos de la mar, utilizando “malas artes”.