
El Juzgado de lo Penal número 4 de Huelva ha señalado para el día 30 de enero el juicio contra Carmelo Jesús González Ferrera, acusado de un delito de falsa alarma y alteración del orden público por la amenaza de bomba telefefónica recibida en el bar El Zambombo de Punta Umbría cuando en el establecimiento se encontraban numerosos afiliados y simpatizantes del PP que, junto al presidente local y en aquel momento candidato a la Alcaldía, José Carlos Hernández Cansino, celebraban un almuerzo de convivencia.
El juicio ha quedado fijado a las 10.30 horas. Tanto la Fiscalía como la acusación particular solicitan para el acusado 18 meses de multa con una sanción diaria de 30 euros como responsable de una falsa alarma y de alteración del orden público.
Los hechos sucedieron cuando el 28 de enero de 2011 se recibió una llamada amenazante en el bar El Zambombo. El teléfono fue descolgado por la propietaria del establecimiento, quien escuchó que había sido colocada una bomba y que tuvieran cuidado.
Después de la llamada, Hernández Cansino decidió dar cuenta de lo sucedido a la Guardia Civil, varios de cuyos agentes se personaron en el bar, donde tras desalojar el local no encontraron rastro de explosivo. Pero la historia no quedó ahí: José Carlos Hernández interpuso una denuncia por lo sucedido que provocó que se abriera una investigación que tuvo como consecuencia directa la imputación de Carmelo Jesús González Ferrera.
Hasta el acusado se pudo llegar porque en el terminal del bar donde se recibió la amenaza quedó registrado el número de teléfono desde el que se hizo la llamada. Según consta en las diligencias policiales, a las que en su día también tuvo acceso el periódico HuelvaYa.es, González Ferrrera fue detenido el 21 de febrero de 2011 por estos hechos, tras lo cual le fueron leídos sus derechos y se le comunicó la situación a su esposa.
En la declaración que realizó en su momento ante los agentes del Grupo de Información de la Guardia Civil dijo que efectivamente era el propietario del teléfono desde el cual se hizo la llamada amenazante al bar El Zambombo, pero que él no la había hecho ya que hacía tres semanas que se le había perdido el teléfono móvil, situación que era conocida por un sobrino y un empleado suyo.
También reconoció que a pesar de haber perdido el móvil ni denunció la desaparición ni dio la línea de baja porque esperaba recuperarlo y que el número pin del terminal sólo lo conocía él. Asimismo aseguró que no tiene problemas ni con el Zambombo ni con personas del PP de Punta Umbría. Es más, afirmó que conoció lo ocurrido al día siguiente en el propio bar El Zambombo y que posteriormente ha acudido a ese establecimiento, de cuyo propietario es familiar, para ver el fútbol. Casa Carmelo se encuentra justo al lado del bar El Zambombo.