Vamos a disfrutar de una de las épocas del año donde se entremezclan los aromas del incienso y la cera, con los deliciosos perfumes de canela y miel que desprenden los dulces típicos que se preparan en todas las casas de un pueblo serrano llamado Cumbres Mayores.
La Semana Santa que vive este hermoso rincón serrano está lleno de momentos especiales. En sus procesiones que se celebrarán el miércoles, jueves y viernes Santo, tenemos una de las pocas oportunidades de observar de cerca tallas de un gran valor artístico datadas en el siglo XVIII. Obras como “EL CRISTO YACENTE”, de la que hay una tradición oral donde se recoge que esta imagen al ser articulada, era antiguamente procesionada por las calles de esta localidad hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento. En donde tenía lugar el desprendimiento de la cruz y su puesta en la urna. Tradición que se dejo de realizar al sufrir la imagen un deterioro que le separo los brazos. En su última restauración se tomo la decisión de adaptar la imagen a un Cristo Yacente. También podremos maravillarnos con el Cristo de la Misericordia atribuida a la escuela de Martínez Montañés o su hermosa Virgen de los Dolores, también ubicada cronológicamente en el siglo XVIII y una de las pocas tallas dolorosas de cuerpo integro que procesionan por la sierra de Huelva.
Pero tan peculiar es la Semana Santa cumbreña que podemos vivir momentos religiosos tan llenos de silencio y emoción, como momentos lúdicos-paganos como son “LAS CARAS O LOS JUDAS”.
El juego de “LAS CARAS” es una tradición que se ha divulgado de generación a generación y en donde algunos estudios indican la similitud o referencia a los textos bíblicos de la tradición de Judas por 30 monedas.
Dicho juego podremos disfrutarlos el Jueves y Viernes Santo en lugares tan comunes como plazas y bares públicos de Cumbres Mayores sus protagonistas son dos monedas de Alfonso XII o también denominadas “Alfonsinas”. Los jugadores se reúnen en un corro alrededor de una “banca”, persona que iguala la apuesta del jugador. Esta figura central es ayudada por un “Baratero” dueño de las monedas y persona que “Casa” las apuestas con la banca. Cada jugador hace su apuesta depositándola en el suelo y una vez igualada dicha apuesta o “Casadas las perras” hay una regla primordial, no volver a tocar el dinero hasta no ver caer las monedas al suelo una vez lanzadas al aire. Por este motivo hay tres posibilidades, cundo es “CARA Y CARA” la banca recoge todo el dinero depositado a los pies de los jugadores. Si es “CRUZ Y CRUZ” los participantes ganan sus apuestas y por último si es “CARA Y CRUZ” se vuelven a lanzar las monedas al aire. Aunque hay una posibilidad de anular la jugada individualmente al lanzar las monedas y no haber llegado a tocar el suelo. Con la expresión “BARAJO” el apostante decide esperar la siguiente tirada.
Un ritual curioso de observar y donde personas llegadas de diferentes lugares de nuestra comarca e incluso de otras Regiones deciden revivir un juego que en algún momento de la historia estuvo prohibido por la censura y que se volvió clandestino. Ahora tenemos la oportunidad de vivir y si a uno le apetece probar una de las tradiciones curiosas que se celebran en Cumbres Mayores al igual que el día de los Judas.
Se celebrará el Domingo de resurrección por la mañana. Sus calles amanecen llenas de muñecotes que representan a “JUDAS”, colgados de balcón a balcón, plazas típicas, etc. la temática utilizada en sus representaciones es tan diversa como imaginativa haciendo uso de la sátira al igual que la comedia una vez el jurado pasa a puntuar su construcción, imaginación y originalidad los niños de diversas edades armados con palos empiezan a desmembrar a los “JUDAS”. Una tradición compartida con algunos municipios españoles cuya diferencia está en el modo de romper al muñeco. Se pueden llegar a utilizar fuego, armas, etc.
Conocer la Semana Santa que vive Cumbres Mayores es un verdadero privilegio, donde aúnan tradición, sencillez y patrimonio al alcance de todos los que deseen visitar este municipio. Cada vez más valorado por todas aquellas personas que nos han descubierto.