Me viene al pelo esta frase con la que el infausto escritor norteamericano Ernest Hemingay tituló su novela sobre la Guerra Civil española, que protagonizara Gary Cooper. ¿La recuerdan? Bueno, no voy hablar ni de literatos ni de actores ni mucho menos del cine negro.
Lo que esta semana está tocando, ¡qué digo! “doblando” como campanas de agonía por todas las emisoras de TV, Radio y las primeras portadas de los diarios de prensa en papel y online, es la marcha “fúnebre” de España, porque, a ver, ya me dirán ustedes adónde vamos a parar con más de SEIS MILLONES DOSCIENTOS MIL parados, y no es que lo diga la EPA, sino que lo sabe hasta la Pepa. Pero cuando leemos tan descomunal cifra de parados, tenemos que interpretar que les acompaña el calvario de la ansiedad, de la pérdida de toda esperanza de encontrar un trabajo que les depare para ganarse el pan honestamente, de sentirse útiles para la sociedad. La gran riada del paro, no solo arrastra a estas personas, sino que también se lleva entre sus aguas enlodazadas las ilusiones de todos ellos y de otros muchos cientos de miles de pequeños autónomos, que no solo tienen que quedarse cruzados de brazos, sino que en la mayoría de los casos perdieron gran parte (incluso todo) de su patrimonio. La pescadilla que se muerde la cola de los impagos, es la reina de esta “freiduría” preámbulo del desconcierto y la miseria.
España está atrapada. Los españoles estamos atrapados. Tenemos demasiadas ataduras para poder resurgir en plazos que en economía serían normales, es decir, en dos años. Dos años contados desde que empezara a gobernar Rajoy en las Navidades de 2011. Pero las cuentas del Estado y su estructura (las Autonomías o Virreinatos) estaban, digamos “incompletas”, o manipuladas con eso que ahora llaman “ingeniería contable”. Prefiero la contabilidad del Gran Capitán, era mucho más sencilla y certera, aunque la Reina Isabel y su esposo Fernando de Aragón se mordieran la lengua. La sisa de Gonzalo de Córdoba a la Corona quedó en anécdota. Y digo que estamos atrapados, porque cuando vienen muy mal dadas, no nos podemos desprender de tan pesada carga, pues está recogido en la Constitución Española que el Estado español lo constituyen las Comunidades Autónomas, las históricas y las no históricas, pero que todas ellas viven en el histerismo y el despilfarro. ¡Claro que a los que viven de sus respectivos pesebres, que les vas a decir!. Y luego viene lo del euro, ¡bonita moneda por cierto!…pero para países ricos, es decir, los de siempre: Alemania, Holanda, Austria, Luxemburgo, Bélgica, Finlandia y Francia. Podrían estar en este club de ricos, Dinamarca, Suecia y la Pérfida Albión, pero por alguna razón no picaron en esta trampa. Es evidente que lo que fuera el Mercado Común Europeo, hoy Unión Europea, fue y sigue siendo un buen instrumento para acercar a 27 naciones europeas, y las que quieren entrar en este “camarote “ de los Hermanos Marx, como son Croacia, Serbia, Ucrania, la inagotable Turquía y alguna otra más, si el proyecto europeísta aguanta el vaivén de las economías de los Países de la Zona Euro.
Europa es más flexible que nuestra propia Constitución, llegado el caso, España podría salir de la Zona Euro voluntariamente, eso si al final ¡no nos echan! El nuevo problema económico que se nos plantearía a todos (los que se quedasen en la Zona Euro y a los “desterrados”) podría tener múltiples consecuencias negativas para todas las economías del continente, pero eso lo dejaré para cuando llegue si llega. Si España retoma como moneda la pequeña peseta, tendría en sus manos la posibilidad de devaluar o revaluar, según las circunstancias, respecto al dólar, euro, libra, yen o el chuán, por citar algún ejemplo, que de eso sabe mucho el ex ministro Sr. Solchaga Catalán, me refiero a lo de devaluar, pues si no recuerdo mal, este ex del ex presidente Sr. González Márquez, realizó unas 5 devaluaciones con el ánimo de hacernos más competitivos y exportar más, para equilibrar un poquito la “balanza de pagos” y enfriar un poco la recalentada economía española de aquellos años, con una inflación del orden del 6%. Pero esta “herramienta” no está en el pc de Rajoy ni en el PCE de Cayo Lara. ¿Dónde demonios está la herramienta que necesitamos?…..Bueno, pues no desesperemos, porque la “herramienta mágica” aparecerá en su momento. El otro melón, el que abrió ZP, el de los Estatutos de Autonomía y las Comunidades Autónomas, España es una realidad discutida y discutible, ése, se abre a través de la semi hermética Constitución. ¿Habrá que devaluar los Estatutos y las respectivas Comunidades Autónomas?. La respuesta está en las manos del Pueblo Español, y cuando el hambre aprieta dice el refrán: “Que se agudiza el Ingenio”.