Este viernes pasado, en el Palacio de la Moncloa proclamaron a dúo entre Soraya Saenz de Santamaría y el Ministro Wert, la aprobación en el último Consejo de Ministros, de la LOMCE. Al instante retemblaron los escaños del PSOE y de IU, y de las bocas de la portavoz socialista, Soraya Rodríguez y del Secretario General de IU, Cayo Lara, empezaron a tronar las trompetas del Apocalipsis. Lo curioso es que dentro de lo que se supone que es la LOMCE, no se habla de recortes, sino de una nueva estructuración de los estudios y de las exigencias para con los estudiantes, así como un derecho (que en Francia o en Italia sonaría a ridículo) que es a poder estudiar en el Idioma Oficial del Estado. En España es el Castellano, reconocido en todos los demás países del mundo como Español, mientras que en Francia, a parte del Francés, o en Italia a parte del Italiano, existen diversos dialectos o “patois” dependiendo de cada Departamento, Región o Isla, es decir, al Sur se mantienen muchos vocablos de la antigua Lengua de Oc, conformando lo que es el Languedoc; queda un residuo de Catalán en las comarcas próximas a Perpiñán, en Provenza está el Pruvenco, una especia entre catalán medieval y la Langue d’Oc. En la Isla de Córcega, el Corso, en La Alsacia y La Lorena, se habla Tanto Alemán como el Francés y no olvidemos el Bretón, ancestral habla de la Bretaña francesa, una especie de gaélico más próximo al Galés o al antiguo de Eirin, la Irlanda de raíces Celtas. En Italia, conviven el Sardo, el Siciliano, el Calabrés, el Napolitano y el Piamontés, pero todos los itálicos usan el Italiano, Idioma Oficial del Estado, y por tanto en la Enseñanza. Ninguno de estos idiomas vernáculos, tanto en Francia como en Italia, tienen el apoyo con el que gozan en España los demás idiomas españoles, desde el más antiguo, el Euskera, pasando por el Catalán, Valenciano y Gallego. Desconozco la razón por la que en Baleares no se estudia ni el Mallorquín, ni el Menorquín ni el Ibicenco, los tres muy semejantes pero con matices muy diferenciadores. El Gobierno de Rajoy, ni ningún otro Gobierno anterior, no le resta apoyos a ninguno de estos idiomas tan españoles como el Castellano, pero lo que si pretende la LOMCE (ya veremos en la realidad lo que se hará) es procurar la ayuda económica para que los alumnos que si soliciten estudiar en el Idioma Oficial del Estado, lo puedan hacer de una vez, sin obstrucciones por parte de los Gobiernos de las Comunidades Autónomas bilingües.
Respecto a la Religión, esta asignatura vuelve a ser otra vez una asignatura “maría”, es decir, que te obliga a sacar un 5, para aprobar el curso, pero en la que la mayoría de los estudiantes, salvo muy escasas excepciones, le den la importancia que como una asignatura más debiera tener, pero no se engañe nadie, porque en el fondo todos los papás y mamás, querrán que sus hijos “saquen” matrículas de Honor en Matemáticas, Física, Química, Literatura, Historia, Filosofía y en Latín, si esta “lengua no muerta” volviera al Bachillerato. Pero ¡mucho ojo! porque conformarse con un 5 “pelao” es rebajar la nota media para la obtención de Beca. No dijo D. Ignacio Wert, o al menos no pude oírle decir, en qué consistía el contenido de la asignatura de Religión, por lo tanto no voy a dar “palos de ciego” a diestro y siniestro. Pero si me gustaría saber que opinarían otros representantes de las demás Religiones que se profesan libremente en España como puedan ser las diversas Iglesias Evangelistas, los Testigos de Jehová, los Musulmanes y el Corán, ya sean inmigrantes o sean los naturales de Ceuta y Melilla o los Hebreos con su torá, o incluso a los que se manifiestan agnósticos. ¿Cómo han resuelto esta papeleta? ¿Acaso se tendrán que dar a conocer por igual cada una de estas Religiones? ¿Se hablará de Religiones falsas y una sola verdadera? ¿O simplemente se aceptará que todas las Religiones que sean cumplidas con el debido respeto y dentro de su Fe, son en si mismas todas válidas para alcanzar el Cielo, El Paraíso, o el Valle de Josafat?. Eso sin olvidar a la población de origen chino y otras minorías asiáticas, de religiones Budista o Sintoísta. Ya veremos en que queda esta asignatura para que se convierta en ASIGNATURA.
Respecto a las pruebas de Estado y Reválidas, unos dicen que es volver al pasado, simplemente porque su memoria se queda hasta poco antes de morir el General Franco, o simplemente porque son ignorantes supinos, más bien me quedo con lo segundo, porque estos republicanos de pacotilla nos quieren hacer creer que en los Planes de Enseñanza de la II República, no existía la Reválida. Pues sí señores, si existía. El Bachillerato constaba de 7 cursos y el correspondiente Examen de Estado o Reválida, y fue en tiempos de Franco, que el Plan del 57, si no recuerdo mal, fijó en un Bachiller Elemental, con cuatro cursos y su correspondiente Reválida y un Bachillerato Superior, con los cursos 5º y 6º, dividido en dos Ramas: Ciencias o Letras, opcional para el estudiante y su correspondiente Reválida o Examen de Estado. Y de propina, para alcanzar la Universidad, el curso de Preuniversitario, con diferencia, mucho más exigente que la Selectividad. Esto se hacía para que el alumno no olvidara lo aprendido con anterioridad y llegara con base suficiente para acceder a la Universidad o preparar unas Oposiciones, o simplemente trabajar con un mínimo de Cultura, y que por aquel entonces estas titulaciones se valoraba muy alto por los demás Estados de Europa, y que hoy nos miran de soslayo al final de la cola en nivel y campeones en el abandono escolar. ¿Algún día se entenderá que la actual Ley de Educación solo ha traído mediocridad y abandonos masivos?