No es que un servidor les tenga manía a las Centrales Sindicales ni a sus dirigentes, no, lo que ocurre es que ciertos dirigentes y sus respectivas Centrales Sindicales le tienen manía al “aseo democrático” de sus cuentas. Bueno, digo lo de aseo por no decir aquello de que todos “deberían ser iguales ante la Ley Fiscal”; que ante la otra, la de la venda en los ojos, la espadita y el peso de los dos platillos, de ésa, ya ni les cuento de quién cree en algunas de Sus Señorías que interpretan, unas veces con acierto y otras ninguno, las Leyes que algunos españoles aún se creen que emanan del Pueblo. Las Leyes emanan, no sé exactamente en dónde ¿quizás en los pasillos del hemiciclo del Congreso de los Diputados? , ¿el cómo?, algunos nos creemos que bajo pactos en las Comisiones de Justicia o simplemente por votación de la Mayoría Absoluta del Gobierno de Rajoy. Pero lo importante es el cuándo.

Es el cuándo, lo que les preocupa de verdad a estos dirigentes, que digo yo, cuando se reúnen con sus respectivos colegas europeos, irán de nuevos ricos, pues van a gastos pagados total, Tarjetas Visa Oro las que necesiten, dinero de bolsillo sobrado (que no sobrará) y presumiendo de que sus Sindicatos, además de recibir el dinero de las cuotas de sus afiliados (pero sin crear la correspondiente Caja de Resistencia), el Estado Español les regala millones y millones de Euros en subvenciones directas a cada Sindicato. Aquél Sindicato que no reciba subvención puede levantar la mano, que con sumo gusto, será atendido.

Luego viene eso de los Cursos de Formación de Parados, para seguir estando en el paro…los cursillistas ¡claro!. Luego vienen esas aportaciones a sus múltiples Fundaciones, cual voraces ONG’s y por si esto fuera poco, ¡bueno, para muchos de sus dirigentes debe ser poco!, se apuntan a eso que se llaman los ERE. Expedientes de Regulación de Empleo. Es decir, por “orientar a los trabajadores y a la Patronal” reciben como emolumentos cantidades pequeñas, es decir, según tengo entendido, del orden del 5% de todo el dinero que destina la Patronal para echar a la calle a los afiliados de a pie, que traducido grosso modo, puede significar muchos millones de Euros al año, por ver como sus bien orientados “compañeros de fatigas” se van a la calle, sin otro mejor horizonte que la prejubilación para los de más edad, pasando dos años por el paro y el resto, pues como aún es menos mayor, a pasear dos años de cursillo en cursillo de formación y después unos sacan billete para Alemania y otros llaman a las puertas de la Cruz Roja y a la de Cáritas. ¡Eso sí! En las Centrales Sindicales donde incomprensiblemente siguen afiliados, no quieren transparencia fiscal, por aquello de la Independencia y Garantía de la Libertas….de estas Centrales Sindicales y de sus dirigentes. Esta opacidad en sus cuentas ¿Estará permitida en los Estados Unidos del fallecido George Wasington? O el Fiscal del Distrito tendrá otra opinión. Yo pienso que la opacidad no limita la libertad, y nos hace mucho más iguales ante la Ley, ya sea la Fiscal, ya sea como la representada con la Venda en los Ojos, la Espada y el Peso.