La Hermandad del Rocío de Isla Cristina ha informado sobre las salves celebradas en los últimos días. Una vez más, la magia que desprenden los verdaderos rocieros se hizo presente el pasado viernes día 2 de agosto cuando la Peña La Manuela, al compás de las guitarras de Nacho Vinagre y Rafael Salgado, comenzó a cantar la hermosa Salve de Mari Pulido al Simpecado de Isla Cristina. Y es que cada vez que este grupo de hermanos y hermanas de la Hermandad se ofrecen a cantar la Salve, el gentío que se reúne alrededor de las puertas de la Casa Hermandad es impresionante porque ya de antemano se sabe que, unido al hermoso conjunto de voces que tienen, el amor que le tienen a su hermandad y a su Simpecado se esparce por toda la plazoleta. Y, como siempre, después llegaron las sevillanas con las que ya las nietas de algunos de los componentes de la peña, se echaron a bailar, mientras el resto escuchábamos atentamente la letra de esa tan hermosa cuando los pajarillos del coto se acercan al Simpecado.

Y como no podía ser de otra manera, ante la ovación que recibieron, repitieron la que siempre a toda la gente le gusta escuchar, tal y como suena cuando vamos por los caminos que nos llevan al Rocío y que no es otra que «la carreta que yo tengo está llena de señorío». Una vez más, ¡Gracias! a la Peña La Manuela por la entrega y por el amor que tienen a nuestra Hermandad.

 

El día 3 hubo más. Si por encima de todo está la Virgen del Rocío, no cabe duda de que unida a Ella la romería se identifica con la figura del Tamborilero y el sábado día tres fue un verdadero espectáculo el que se creó alrededor de las puertas de la Casa Hermandad de Isla Cristina cuando un grupo de Tamborileros de Villamanrique, encabezados por Francisco Javier González Díaz, Currito para la Hermandad isleña, comenzaron a hacer sonar sus tambores y flautas para entonar la Salve «Olé, Olé» de Manuel Pareja Obregón. Acompañaban a Francisco Javier, además de su hermano Jesús, Juan antonio Medina, Grego Córdoba Solís y Cándido Espinar.