Murprotec, en colaboración con la Gerencia de Urbanismo de Huelva, ha organizado la Jornada “Humedades Estructurales en la Edificación, consecuencias y soluciones” para compartir con los profesionales las técnicas y tratamientos necesarios para evitar las consecuencias de estos graves problemas en los edificios, así como para lograr soluciones efectivas, definitivas y garantizadas.
Durante el encuentro los tres tipos fundamentales de humedad estructural -condensación, capilaridad y filtraciones laterales- fueron los protagonistas. Los síntomas para ayudar a la detección temprana, los aspectos y causas más frecuentes en función de características como el terreno o los materiales de construcción y los tratamientos que se requieren en cada caso tras la ejecución de diagnósticos y análisis previos, reunieron el interés de los asistentes.
Juan Federico Gallardo, Director de Murprotec en Andalucía, explicó en su intervención la importancia del diagnóstico previo e exhaustivo, para posteriormente aplicar el tratamiento más adecuado. “Los problemas en los edificios provenientes del exceso de humedad en su estructura, puede estar originado por diversos factores, de ahí que el diagnóstico profesional sea esencial y pieza clave a la hora de eliminar para siempre las humedades y las consecuencias que acarrea su presencia”, detalló Gallardo.
En el mismo sentido, los síntomas que indican la presencia de humedades fue otro de los temas centrales de la jornada formativa. El mal olor, las manchas negras de moho en las paredes, el deterioro de muebles y demás objetos, la caída de revestimientos, la presencia de sales higroscópicas, etc. son algunos de ellos. Especial atención se puso también en el empeoramiento de dolencias y enfermedades respiratorias como el asma, alergias dermatológicas, dolores de huesos y problemas reumáticos a causa de la humedad ambiental.
En el acto, presentado por Juan Federico Gallardo y el responsable de nuevos negocios Javier Maestre, los asistentes pudieron conocer además que arreglar estos problemas con tratamientos adaptados y efectivos evita, a su vez, gastos innecesarios por el uso de remedios tradicionales sin garantías y derroches en las facturas de gas y electricidad.