Según está escrito en los Santos Evangelios, cuando nos detallan una parte de la Ultima Cena, ponen en boca de Jesús la frase: “Uno de vosotros, me traicionará”. Los Apóstoles atónitos le preguntaron a su Maestro: “¿Seré yo, Señor?”. También en los Santos Evangelios y de forma directa, Jesús se dirige a su preferido y electo Simón Pedro: “Pedro, y tú me negarás hasta tres veces, antes de que cante el gallo”.
En el discurso de Investidura como única candidata a la Presidencia del Gobierno de la Junta de Andalucía del miércoles pasado día 4 de Septiembre, Susana Díaz, apostó que no apostoló, por una nueva forma de administrar ésta mal gobernada Andalucía, a sus resultados me remito. Treinta y tantos años gobernada por el modelo de administración socialista, ¿y que han deparado para los andaluces esos treinta y tantos años ésos gobiernos?: 35% de paro y miseria por doquier. Puede que me confunda, pero así lo afirma Cañamero, motivo por lo que asaltan una y otra vez a las Grandes Superficies, bastantes de seguidores y componentes del SAT enarbolando sus banderas, alentados puño cerrado en alto por el camarada Cañamero y el barbado alcalde de Marinaleda.
En el discurso de Investidura, entre líneas, hubo frases comprometedoras que traicionaron el subconsciente de la oradora, Susana Díaz, hoy ya nueva Presidenta del Gobierno de la Junta de Andalucía, a la cual también la felicito, ¿por qué no?, pues fue elegida democráticamente por la Cámara sin necesidad de ir a nuevas elecciones electorales como pudieron pretender unos con la boca cerrada: PPA. Traslademos la misma situación al Congreso de los Diputados y al Senado, si dimitiera Rajoy junto con Cospedal y demás adláteres. Cayo Lara y Alfredo Pérez Rubalcaba tendrían que oir un discurso de Investidura al pretendiente a la Presidencia del Gobierno de España salido de la bancada del PP, sin disolver nada ni recurrir a nuevas elecciones en las urnas. Sería idénticamente tan democrático como la opción cocinada por Griñán antes de su huida como Senador acompañado por el meritoso Mario Jiménez. He dicho meritoso, no mentiroso. Algunos lectores buscan siempre tres pies al gato.
¿Y cuáles fueron esas frases comprometedoras? , y les transcribo: “Me avergüenza la corrupción”…”rechazo tanto la complicidad como la tibieza hacia ella”.
Conocí a un gitanito que le decía a su madre: “Mama, me avergüenso de que er papa de Curro le robe er parné a su agüelo pá gastarlo en vino, tabaco y nenas”. La gitana, canastera de toda la vida, corrigió a su churumbel y le dijo: “Nene, tú no tienes de que avergonsarte, si el papa der Curro no te toca ná, er que tendría que avengorsarse sería er Curro”.
¿Es que acaso Susana Díaz es el churumbel avergonzado? O quizás se sienta ella como el Curro que su padre le quitara el dinero al abuelo para gastarlo en vino, tabaco y nenas. Es decir, en términos políticos, como la hija y hermana de aquellos que desde el poder y la estructuración administrativa de la Junta de Andalucía, dilapidaron hasta enriquecerse vilmente, malversando fondos (de reptiles y no de reptiles) provisores de los ERE en Andalucía, cuya cifra anda por los 1.200 millones de euros, para gastarlo en cubatas, drogas y putas.
La verdad, es que hay frases que es mejor no decirlas así nunca. Prosiguió su delatador discurso, abogando por “Una mayor vigilancia (será que los “administradores de este tipo de fondos” seguirán siendo los mismos) y por mejores prácticas para combatirla (la corrupción) sin descanso”. ¿Con tanta seguridad verá ella, que estando estos “administradores” tendrá que vigilar sin descanso?. Lo más sencillo, sería meter de una vez “la escoba” y hacer un barrido institucional, pero claro, no hay sitio para todos en el Senado. Si así lo hiciera, posiblemente oiría de mis manos el vigésimo aplauso a su discurso.
En sus frases, se deduce claramente que “traiciona la forma en la que actuó o permitió políticamente su mentor, censurándolas públicamente y además pretende “renegar” de las artes y virtudes compartidas politicamente con su Maestro, el ahora novel Senador Griñán.