La delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Carmen Lloret, ha catalogado al Laboratorio Agroalimentario de Bonares como la “mejor garantía” de la calidad de los vinos y vinagres y los productos cárnicos, en especial, de los derivados del cerdo ibérico de la provincia.
Lloret ha hecho estas manifestaciones en su visita, en compañía del alcalde de la localidad, Juan Antonio García, a las nuevas instalaciones de un espacio que con su reciente traslado desde Trigueros se consolida como un “centro de referencia” para toda Andalucía. “No sólo por la ampliación y la modernización acometida, con una inversión de 2.501.716,84 euros, sino también porque lo certifica la propia Entidad Nacional de Acreditación (ENAC)”, ha apostillado la máxima responsable de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural en Huelva.
El Laboratorio Agroalimentario de Bonares es, de hecho, como lo ha puesto de relieve la delegada, el único de toda la comunidad autónoma acreditado por la ENAC para el control de carnes frescas y otros productos cárnicos, lo que lo sitúa como una “pieza fundamental para la trazabilidad de los alimentos de las distintas cabañas andaluzas e, incluso, de las de más allá de nuestras fronteras”. Esta acreditación se repite en el caso de los análisis de los vinos, vinagres y bebidas espirituosas del Condado de Huelva, que abarcan desde la acidez, el nivel sulfuroso, los azúcares reductores, el ph, la densidad o el grado alcohólico, entre otros parámetros. Asimismo, este centro también se encarga de los exámenes foliares de la totalidad del olivar que se extiende por la geografía onubense.
Entre las tres líneas de especialización de este centro incluido en la Red de Laboratorios Agroalimentarios y Estaciones Enológicas (RELAE) de Andalucía y que dispone de 1.379,16 metros cuadrados, se analiza cada año una media de entre 1.500 y 2.000 muestras de las que se extraen entre 10.000 y 14.000 resultados entre los distintos parámetros. Todo ello por parte de un equipo compuesto por una decena de personas entre las que se encuentran, biólogos, licenciados en Ciencias Ambientales e ingenieros agrónomos, así como un grupo de analistas de laboratorio.
La nueva ubicación, como ha resaltado Carmen Lloret, abre la puerta a un posible incremento de la oferta analítica del Laboratorio y llegar a otras materias como, por ejemplo, el aceite de oliva. La meta es constituir un Centro Tecnológico de Referencia para el sector agroalimentario. Para ello, ha ganado 1.199,16 metros cuadrados (las instalaciones de Trigueros ocupaban una superficie de 180 metros cuadrados). En concreto, cuenta con tres plantas y un sótano con capacidad para albergar una futura Estación Enológica que preste servicio a las bodegas amparadas bajo la Denominación de Origen (D.O.) Condado de Huelva.
La delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha concluido que este centro es “sinónimo de tranquilidad para el consumidor de nuestros productos”, al estar “avalados por la excelencia de su sabor y, además, por el valor añadido que supone el máximo nivel de seguridad alimentaria”. Un punto en el que Lloret ha subrayado que ningún eslabón de la cadena alimentaria escapa a la mirada atenta de la amplia red de laboratorios de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, que vigila la fase de producción a través de los Laboratorios de Producción y Sanidad Vegetal (en el caso de Huelva, en Cartaya), de Producción y Sanidad Animal (en Aracena) y de Control de la Calidad de los Recursos Pesqueros (en Cartaya) para luego supervisar el resultado final por medio de los Laboratorios Agroalimentarios y Estaciones Enológicas (Bonares).