Tras la jornada inaugural de ayer viernes, el Simposio Internacional Iberoamericano que se celebra en estos días en San Juan del Puerto llega a su jornada de hoy sábado con un amplio programa de conferencias y ponencias de profesores y entendidos en la materia llegados desde diversas universidades de Europa y América.
Comenzó la sesión matinal Óscar Recio Morales, de la Universidad Complutense de Madrid para hablar sobre la élite de poder extrapeninsular en España y la América española del XVIII: cultura de servicio y oposición política, donde examinó la cultura de servicio de las élites extrapeninsulares y las críticas políticas basadas en su origen foráneo.
Le siguió la conferencia “La sublevación de Túpca Amaru (1780) en la propaganda americana y peninsular: un caso de utilización histórica” presentada por María Eugenia Petit-Breuilh Sepúlveda, de la Universidad de Sevilla, que trató sobre la rebelión conocida como de Túpac Amaru (1780) que representa en el imaginario colectivo uno de los movimientos más importantes dentro del conjunto de levantamientos contra el sistema colonial de finales del siglo XVIII; sin embargo, en esta investigación se estudia cómo los medios de propaganda de la Monarquía hispánica utilizaron los sucesos de las sublevaciones andinas, identificándolas en general solo con la liderada por José Gabriel Condorcanqui Noguera –Túpac Amaru II- con el fin de atemorizar y concienciar a los criollos y peninsulares (“chapetones”) de los riesgos y consecuencias que podría traer el apoyo a los movimientos rebeldes integrados por mestizos, indígenas y negros en la América hispana.
Esta sesión de mañana continuó con los esclavos de origen extranjeros en el suroeste español y los procesos de integración y conductas represivas durante el siglo XVIII que abordó Julio Izquierdo Labrado, del grupo de investigación de la Universidad de Huelva, para decirnos que durante el siglo XVIII se caracterizó por la práctica desaparición del fenómeno esclavista en la comarca del Tinto – Odiel. Fue una muerte natural, sustituidos los esclavos por una mano de obra más barata a la que no había que mantener cuando no había trabajo. Fue la época de los eufemismos y la hipocresía. La sociedad trataba de disimular un fenómeno que la avergonzaba. Los esclavos, que por definición carecían de derechos, comenzaron a tenerlos. La religión defendía su integración, pero al mismo tiempo propiciaba la resignación. La enseñanza religiosa fue la más sutil manifestación del oscurantismo.
La primera parte de la jornada culminaba con el profesor de la Universidad Católica de Temuco, Chile Ítalo Patricio Ismodes que habló sobre el control hispánico de los caciques mapuches en la Araucanía Colonial de finales del siglo XVIII.