En el avispero del PSOE, ¿alguien ha invitado a Garzón? Se comentaba no hace mucho que los nuevos barones del agitado Partido Socialista “Federalista” Obrero Español, le venían moviendo la silla a Pérez Rubalcaba desde su nombramiento como Secretario General, precisamente en Sevilla….donde dice el refrán aquello de …que perdió su silla. Me recuerdan aquellos relatos de buitres oliendo la carroña que tan magistralmente nos comentara el desaparecido e inolvidable Rodríguez de la Fuente. Debe ser tan fuerte el olor a “cadáver político” de Pérez Rubalcaba que hasta Carme Chacón ha vuelto de hacer las Américas, para postularse, bien como cabeza de serie, bien para no perder su cabeza de cara a lo que ha de acontecer.
En esto que el ex-juez Garzón, se ofrece a lo que queda en pie del PSOE, para “derrotar a la derecha”. Como si fuese una premonición o advertencia de que sin su inestimable ayuda, el PSOE no ganará. No ganar es sinónimo de perder.
Es bueno recordar a quienes ya han olvidado, que Garzón pasó de la noche a la mañana de ministrable a simple Diputado en las Cortes de la Carrera de San Jerónimo, por lo que si yo fuera uno cualquiera de esos barones “in péctore” no dudaría de decirle algunas palabritas al ex-juez. Callar, significaría que Garzón tenga razón en su advertencia. En cualquier circunstancia, estos barones y baronesas deberían tener algo de “memoria histórica” y volver al final de los tiempos gloriosos y menos gloriosos de Felipe González, cuando nada menos que el entonces juez estrella sentó en el banquillo de los acusados a personajes muy importantes. No solo los sentó en el banquillo de los acusados, sino que además el ex-ministro Barrionuevo y su lugarteniente en el Ministerio del Interior, el Sr. Vera, también conocido por el “yernísimo del ferretero”, fueron hospedados por largo tiempo en el trullo de Guadalajara. Los vimos en diversas fotos de prensa, dar cortos y saludables paseos por el patinillo de su inesperado alojamiento carcelario.
Nadie dudó, en los mentideros políticos, de que tal aplicación de la justicia por el Caso Gal, proveniente del entonces juez estrella Garzón, apuntando a un tal Míster X como la mano que mece la cuna desde Moncloa, fue una especie de vendetta por no haber sido nombrado Ministro de Justicia del gobierno de Felipe González. Garzón quedo malherido en su Ego (con mayúsculas, pues tiene un ego mayúsculo) ya que tal encargo ministerial fue dado al “cochero de Drácula”, apodo que varios periodistas dedicaron a Belloch dado algún parecido físico con dicho cochero, hoy y desde hace tiempo repite como Alcalde de Zaragoza. Es más, Belloch fue nombrado ministro de dos carteras: Justicia e Interior. ¡Tóma esa, Garzón!.Es más, el ahora ex juez Garzón, a los pocos días y ante las cámaras de varias televisiones, renunció a su escaño para volver a la Judicatura. Aquello fue como la rasgadura del velo del Templo de Jerusalem.
Ahora quiere volver como el salvador del PSOE. Mientras esto ocurre los de IU se inquietan por si su ayuda “desinteresada” pudiera ser determinante para hacer caer a Mariano y los chicos del PP, y claro está, las expectativas de IU de entrar en un futuro gobierno frentepopulista quedarían diluidas, es más, temen por un “arrebato de votos” de aquellas personas que ven en el inefable ex juez un paladín de la otra “Memoria Histórica”. Y es que los Cayo Lara y Valderas, sin los tontos útiles del PSOE, jamás tocarían poder en España. Lo que ocurre es que los tontos útiles no son los del PSOE, que son los de IU, y si no que pintan en el Gobierno de la Junta de Andalucía tapando con sus votos el desbarajuste de los ERE de Andalucía y los dineros que recibieron UGT y CCOO. ¿No iban los comunistas de justicieros, de querer saber la verdad y de llevar a los tribunales a todo corrupto, cayera quien cayera?. Ya les digo, son los tontos útiles que necesitaba Griñan y que ahora necesita Susana Díaz para tapar lo intapable.
Mientras tanto, Garzón a lo suyo, es decir a seguir medrando por si el nuevo Secretario@ del PSOE que algún día sustituirá a Alfredo Pérez Rubalcaba acepta sus envenenadas ofertas de ayuda para “derrotar a la derecha”. Traer soluciones, ninguna, pero ansias de revancha, todas. Así es Garzón.