La VIII Muestra del Mosto de Moguer volvió a convertirse el pasado sábado en una gran fiesta de los caldos y la gastronomía típica de la ciudad del Tinto. La Peña de Cante Jondo coordinó la actividad en la que participaron casi medio centenar de cosecheros moguereños que rindieron homenaje a José Antonio «El Colorao».
En la edición 2013 de esta cita con las tradiciones de la localidad, tomaron parte 45 productores de vino, que ofrecieron a las casi 300 personas que se dieron cita en la sede de la Peña, el fruto de su nueva cosecha de caldos, embotellados especialmente para la ocasión.
En esta fiesta de presentación de los mostos del nuevo año, los vinos estuvieron acompañados por algunos de los productos más tradicionales de la gastronomía local de temporada, como las tostadas con berdigones y sardinas embarricadas, las bacaladillas o un espectacular potaje de garbanzos, ofreciéndose al final a los asistentes una degustación de frambuesas por parte de una de las empresas colaboradoras con esta iniciativa que cada año cuenta con una mayor participación.
Como viene haciéndose desde hace algunos años, durante la Muestra de Mostos se rindió homenaje a uno de los grandes viticultores de la localidad, el entrañable José Antonio Flores «El Colorao», cuya taberna de la calle San Miguel ha sido durante décadas un verdadero santuario donde venerar los extraordinarios vinos que siempre ha producido en sus bodegas este veterano y siempre amable cosechero, cuya tradición continúan sus hijos.
José Antonio Flores estuvo arropado por su familia en el sencillo pero hondo homenaje en el que destacó la lectura por parte de una de sus nietas de un emotivo texto sobre la vida de su abuelo, salpicado de anécdotas y comentarios sobre esa emblemática taberna «del Colorao», en la que el buen vino y el mejor ambiente tenían siempre su sitio.
El Presidente de la Peña de Cante Jondo de Moguer, Ramón Ruiz, al que acompañaba la concejala de Cultura Lourdes Garrido, hizo entrega a Flores de un pergamino como recuerdo del cariño y la admiración de todos los asistentes, que brindaron al Colorao una calurosa ovación.
En resumen, una magnífica cita con las mejores tradiciones gastronómicas de la ciudad, en la que de nuevo los productores locales se dieron la mano para presentar a la ciudadanía el fruto de su nueva cosecha con la que se mantiene viva la historia centenaria de la viticultura local, y para reconocer también la labor de uno de los grandes maestros bodegueros de Moguer.