Cuando el pasado viernes día 6 de diciembre las puertas de la Casa Hermandad del Rocío de Isla Cristina abrieron sus puertas se pudo contemplar la Carreta con su nueva puesta de flores de Navidad. Realmente una estampa maravillosa cuando, además, a los pies del Simpecado, se ha colocado el nacimiento que nos anuncia los hermosos días que a los cristianos nos quedan para celebrar la venida del Niño Dios.

Y a las doce de la noche, al toque de campana, nuestro querido José Antonio Aguilera «El Chicha» cantó la Salve «Olé, Olé», del conocido Manuel Pareja Obregón, acompañado del Coro del Centro de Día de Personas Mayores de la Junta de Andalucía de Isla Cristina, con una manera de interpretarla que más pareció una «nana» para que el Pastorcito sintiera el calor de los allí congregados.

SABATINA

Coincidiendo con la Sabatina en honor de la Virgen del Rocío, el día 7 de Diciembre se celebró la Santa Misa en la Parroquia de Los Dolores recordando el hermoso acontecimiento de hace cuarenta años cuando unos hombres, movidos por su amor incondicional a la Madre de Dios, en el año 1973 decidieron organizar una agrupación que se convertiría al año siguiente en la Hermandad del Rocío de Isla Cristina. Y es por ello que la Junta de Gobierno quiso que la misma fuera especial y por ello invitó a los Presidentes y a todos los Hermanos y Hermanas Mayores que durante estos años ha tenido la Hermandad así como a la Alcaldesa Dª María Luísa Faneca.

Un hermoso momento que el Director Espiritual de la Hermandad, D. Carlos Javier aprovechó para ensalzar, si cabe aún más, la figura de la Madre de Dios en la Iglesia con una homilía, como ya nos tiene acostumbrados, llena de enseñanza catequética. Y también es justo mencionar al grupo de amigos, componentes de «Siempre contigo» y «Kalandraque» que fueron los encargados de cantar la misa.

Desde la Hermandad se pretendía, y sin duda se logró, tener un recuerdo muy cariñoso para todos los hombres y mujeres que durante estos cuarenta años han estado bien delante o unos pasos atrás trabajando por la Hermandad y, sobre todo, llevando por todos los rincones de nuestro pueblo su amor incondicional hacia la Madre de los rocieros.