Unas 2.000 ciudadanos, según el colectivo convocante Mesa de la Ría (otras fuentes hablan de entre 500 y 1.000 participantes), se han concentrado este miércoles por la tarde en la Plaza de las Monjas de la capital de Huelva, bajo el lema ‘Huelva está harta’ (#HuelvaHarta) y con el fin de mostrar «la situación de hartazgo e indignación» en que la se encuentra la ciudadanía onubense por «el continuo abandono de todas las administraciones» en materia medioambiental.
Durante el acto, que coincide con la efeméride del «año de los tiros», momento en el que cayeron los primeros onubenses «reivindicando su derecho a no morir por causa de la contaminación industrial», y con la celebración por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del Día Mundial del Cáncer, se ha llevado a cabo la lectura de un manifiesto en el que el colectivo ha asegurado que «Huelva está harta de que amigos y familiares estén siendo diezmados por esa terrible enfermedad llamada cáncer en una proporción muy superior a la del resto del país», de la situación de las balsas de fosfoyesos y «de las subvenciones sin control de la Junta de Andalucía a las industrias, que incumplen».
Del mismo modo, han pedido la dimisión del alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez (PP), porque «dice que se encontró los fosfoyesos ahí y sólo sonríe, pero no hace nada», así como que es «alcalde de la ciudad, pero no de las fábricas», y del delegado de la Junta de Andalucía en Huelva, José Fiscal, porque «Huelva está harta de no tener plan de emergencia para la ciudad en casos de vertidos, nubes tóxicas o explosiones en el Polo Químico que ya se han producido», han enfatizado desde Mesa de la Ría.
También critican la actitud del vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, que «tampoco ha movido un dedo por el medio ambiente y la salud de los ciudadanos de Huelva», al que también han pedido la dimisión.
Por último, han insistido en que «Huelva está harta de la falta de infraestructuras básicas de comunicaciones, del paro y de la inexistencia de un futuro laboral para los onubenses y para los jóvenes, ya que todavía hay quienes apuestan por el modelo del derroche de las multinacionales contaminantes y de las obras faraónicas».
En definitiva, «Huelva está harta de que los gobernantes sólo se acuerden de los onubenses cada cuatro años y de que las reiteradas promesas recibidas tengan como fecha de caducidad el día después de las elecciones», han concluido, indicando además que «la paciencia de este pueblo se ha agotado y es el momento de decir basta».