Si algún lector dispone de tiempo y tiene valor para bucear en los archivos del blog de este articulista, comprobará, sin que nadie se lo diga, que denunció hace años el entramado de la FAFFE, Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo.
Al cabo del tiempo, acabamos de inaugurar febrero de 2014, la andaluza Cámara de Cuentas publica un informe fiscalizador acerca del paradero de casi cincuenta millones de euros que la guapa Faffe recibió en ayudas para los años 2009 y 2010. Cómo que no sabe dónde está el dinero de las ayudas. Si no lo sabe, que las busque. Y si no las encuentra, que denuncie la pérdida en los juzgados o en el Ministerio Público. Cómo se puede extraviar ese pastizal en el páramo del empleo de nuestra Comunidad. Cuánto tiempo hay que esperar para acusar en los juzgados a los dirigentes que, por acción o por omisión, han permitido este nuevo escandalazo.
Más cabreante resulta, si cabe, el que el Consejero Sánchez Maldonado se apresure a poner la tirita en la profunda herida abierta. Las ayudas son legales, nos escupe dialécticamente el nuevo prócer de Susana Díaz; lo que pasa, añade el sabihondo, es que el trámite de liquidación de las subvenciones es muy complicado. Hay que tener descaro. Cuatro años para liquidar los trámites y treinta años para arruinar Andalucía. A este paso, los desempleados van a seguir tragándose las hieles del paro durante décadas.
Que no, señor Consejero, que no. Que los trámites se retrasan porque no quieren admitir las responsabilidades administrativas, contables, acaso civiles y posiblemente penales. Que la Junta está llena de suciedad desde los pies hasta la cabeza. Que, en aras de la complicidad de Comisiones y de UGT, se han concedido créditos nominativos a estos sindicatos de la izquierda del derroche por millones y millones de pesetas. Y que los cursos subvencionados nunca llegaron a comenzar y los que se iniciaron, no están concluidos. Que el
desbarajuste no es casual. Es causal. Que muchos listos se han paseado en coches oficiales con chóferes, han viajado en primerísima clase, han desvestido camas de hoteles de lujo, ha degustado platos de restaurantes prohibitivos por el precio, han cobrado dietas exclusivas de altísimos ejecutivos y han regado sus juergas con caldos de calidad incontestable.
Y todo su mundanal ruido a costa de los curritos andaluces desesperados con sus despidos laborales, sus desahucios judiciales, sus carencias seculares y su conformismo irredento. Es posible que el texto manifieste indignación. Lo
parece. Y así es.
Los responsables/culpables del desaguisado permanecen tan tranquilos y sonrientes. A ver si se atragantan.
1 comentario en «TERETES.
La Faffe es más que fea.
[Paco Velasco]»
Figúrese, Sr. Velasco…y menos mal que el pueblo andaluz le gusta la chirigota y los carnavales….pero a estos tampoco los tocan en los carnavales porque nunca se muerde a la mano que les da de comer (a la mayoría da la comparsas).