La Asociación de Obras Cristianas de Gibraleón, que preside el sacerdote Diego Suárez Mora, hará entrega este sábado de 350 bolsas de frutas a los olontenses que se acerquen a la casa de Obras Cristianas en la plaza de Santiago a degustar el tradicional chocolate con churros que la asociación da cada año coincidiendo con la procesión de San Isidro Labrador por las calles de la localidad.
De esta manera Obras Cristianas pone en práctica las palabras del Papa Francisco, quien ha fijado los pilares de la Iglesia Católica sobre las Bienaventuranzas : “Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia” y Mateo 25: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me hospedasteis; estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y me visitasteis.”
La tradición de las tiradas de alimentos por San Isidro hunde su origen en la historia de que el santo repartía todos sus alimentos los sábados entre los pobres y cuando carecía de ellos Dios le llenaba la olla de carne para que pudiese seguir con su piadosa labor. En esta línea, pero entregándolas en mano, tendrá lugar el reparto de las bolsas con frutas de Obras Cristianas mañana sábado: 80 a los pobres, 350 a todos los presentes y 150 a trabajadores de la casa necesitados.
Con este gesto, la Asociación de Obras Cristinas de Gibraleón se suma a la celebración de San Isidro Labrador, Patrón del agro olontense, haciendo lo que mejor sabe hacer: aportar su modesto granito de arena en forma de solidaridad y amor al prójimo en unos momentos en los que la persistente crisis económica no deja levantar cabeza a muchas personas que sufren necesidades por la falta de trabajo.