San Roque de Lepe y Alzira se jugaban en 90 minutos toda la temporada y su sueño de poder jugar la próxima temporada en Segunda división B. El empate a uno de la ida obligaba al conjunto aurinegro a tener que marcar en campo rival y a ir a por el partido desde el inicio, algo que ni mucho menos suponía una presión añadida para una plantilla que desde que comenzó la competición sabía que su objetivo era el de dar el salto de categoría.

Y el partido fue de infarto, ya que sería el Alzira el que se adelantaría en el marcador en el minuto 22 por mediación de Gabri, pero el equipo lepero sabía que un gol lo metería de lleno en el partido y en la eliminatoria y ese gol llegaría en el minuto 80 de penalti, obra de Selu y que además supuso la expulsión de su central Valiente, por lo que el Alzira jugaría ya en inferioridad tanto el tiempo reglamentario como toda la prórroga.

En el tiempo extra, el San Roque fue mucho mejor y tuvo embotellado a su rival pero el destino quiso que fuera Mustafá el que devolviera al San Roque de Lepe a Segunda B, con un tanto que llegaría en el minuto 120, sin tiempo para reaccionar en el rival y con una afición, la lepera, que vuelve a tener a su equipo en la categoría de bronce del fútbol español.

Además con este resultado y con el ascenso también del Betis B a Segunda B, tras eliminar al Orihuela, La Palma CF, en el año de su centenario, ha logrado de manera matemática la permanencia en la categoría, algo que no tenía aún asegurado.