Con el fin de atajar conductas de marisqueo ilegal, debido a que en la actualidad todo el litoral se encuentra cerrado al marisqueo por la presencia de la toxina DSP (Diarreic Shellfish Poisoning – Envenenamiento Diarreico por Marisco) en las coquinas que se puedan capturar en nuestras playas, agentes de la Guardia Civil especializados en protección de la naturaleza, han desarrollado un amplio dispositivo de prevención e inspección en toda la zona costera.
Así se han llevado a cabo servicios de inspección en la zona de El Portil, de Punta Umbría, en Isla Cristina, Isla Canela, en área del Parque Nacional de Doñana y en Huelva capital. Estos servicios han consistido en la verificación de las actividades a pie de playa y también en la inspección de establecimientos de venta de productos pesqueros, desde las lonjas hasta los puestos de mercados. También se han realizado controles de carreteras para interceptar e inspeccionar los transportes desde las zonas de captura o expedición hacía los puntos de venta. En estos servicios, los agentes del Seprona de la Guardia Civil han contado con la estrecha colaboración del personal de los Servicios de Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía.
En los casos en los que se ha detectado la venta de coquinas y que tras analizarlas han dado positivo en la toxina DSP se va a proceder a imputar a los responsables como presuntos autores de un delito contra la salud pública.
En el resto de casos, se han levantado actas-denuncias que han sido remitidas a las Autoridades de la Comunidad Autónoma de Andalucía por captura-venta de coquinas en época de veda.
Muchas de las inspecciones realizadas dieron por resultado negativo, lo que indica la concienciación de los gerentes y propietarios de los puntos de venta, acerca del riesgo para la salud pública de la venta de marisco en estas condiciones.
Como resultado hasta el momento han sido intervenidos a lo largo de las últimas semanas 85 Kgs de coquina, 75 de chirla, 91 de jureles y 10 de pijotas. De las coquinas, fueron remitidas muestras a los laboratorios acreditados para la verificación de la presencia de la mencionada toxina. Los dispositivos planteados serán mantenidos mientras esté vigente la veda de captura.
La toxina DSP presente en algunos de los mariscos inspeccionados puede producir náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal que puede ser intenso. La enfermedad rara vez puede comprometer la vida, aunque sus efectos pueden ser graves en niños pequeños, ancianos o personas.
Las biotoxinas marinas son sustancias tóxicas acumuladas en los organismos marinos principalmente por la ingestión de fitoplacton, es decir algas microscópicas.