Buen y esperanzador Recre el que vimos ante el Llagostera. Y de los más destacado del partido, dentro de la globalidad del análisis, fue mantener la puerta a cero. Tres partidos y cero goles encajados. Y yendo más hondo en la profundidad del examen, decir que Dani Sotre apenas ha intervenido en estos tres partidos.
Hay una plantilla corta, pero muy buena y polivalente en mucho de sus hombres. Y sobre todo, hay entrenador. Fue complicado en el día
de ayer destacar a un jugador en concreto. Es el bloque y su sentido disciplinario del juego, lo que más recalco. Yo, al igual que dije hace un mes, sigo siendo optimista con este plantel y entrenador, mientras el factor mala suerte no se cruce en el camino. Lesiones y expulsiones son los peores enemigos de las cortas plantillas. Pero quiero dejar claro, que prefiero un plantilla de diecinueve a una de treinta y dos.
Las bandas del Decano en el día de ayer, fueron puñales permanentes desde el primer instante del partido. Cabrera y Pedro Ríos fueron desequilibrantes.
La profesionalidad de Pedro Ríos no seré o el que venga a descubrirla ahora. Su trayectoria competitiva lo dice todo.
Cabrera, el jovencísimo uruguayo viene con la maleta cargada de ilusiones. Nos enseñó que viene para triunfar en Europa.
De Jesús Vázquez, sólo apuntalar más aún, su sentido disciplinario que aumenta cada día. Su compromiso crece por segundos. Son de esos hombres que merecen seguir en el club una vez acabe su etapa.
Y tras la clara victoria, ya nos acordamos menos del nueve. Le pregunté a Fernando Iturbe por su contratación, respondiendo el secretario técnico, que primero había que cuadrar las cuentas y luego si se dan las circunstancias, lo firmarían. Sentido común.
Y dejo para el final lo único que no me gustó en el partido: la entrada.
Los 4.049 que asistieron al partido, gozaron y empujaron para lograr la victoria. Es complicado con 4.049 recreativistas en las gradas y un número de socios que no va más allá de los 5.000, competir con los grandes transatlántico de la Segunda como el Betis, Osasuna, Valladoolid, Zaragoza, Mallorca…
Ayer funcionó todo como una máquina bien engrasada, pero los que faltaron pueden gripar el motor.