El presidente del PP de Huelva, Manuel Andrés González, acompañado por el parlamentario andaluz, Alberto Fernández, y el portavoz de Economía del PP de Huelva, Francisco Riquel, han realizado este martes una visita a la sede de la organización agraria Asaja-Huelva, donde han sido recibidos por el presidente, José Luis García-Palacios, y por el secretario general de la asociación, José Luis Marín. Durante la visita han mantenido una reunión de trabajo, solicitada por el PP, en la que han participado además los técnicos de Asaja Víctor Minero, responsable del área de Ayudas, y Antonio González, de Forestal.
Durante la reunión, los miembros de Asaja han trasladado a los representantes del Partido Popular las principales preocupaciones que acucian al sector agrario de la provincia de Huelva, como por ejemplo las constantes limitaciones que la Junta de Andalucía impone al desarrollo de los regadíos onubenses y muy especialmente la situación de total incertidumbre que atraviesa el sector forestal, uno de los más importantes dada la superficie que ocupa, los puestos de trabajo que genera y la función social que cumple como fijador de la población a las zonas más desfavorecidas de la provincia, por no mencionar su incidencia en otros sectores como el ganadero.
Este sector ya venía atravesando momentos complicados debido a la cada vez mayor desprotección por parte de la administración andaluza, que en los últimos años ha mantenido una postura absolutamente irregular a la hora de aprobar, conceder y aplicar las ayudas que posibilitan el mantenimiento y la conservación de miles de hectáreas de terrenos forestales. “Teníamos inquietud por conocer de primera mano el estado de las subvenciones y poder así llevar al Parlamento de Andalucía las iniciativas pertinentes”, ha explicado el presidente provincial del PP, Manuel Andrés González. “Teníamos conocimiento de las denuncias que había hecho Asaja sobre la aprobación de expedientes para los que después no hay partida presupuestaria y esto lo que hace es incidir en la problemática que atraviesa el sector forestal de la provincia”.
Efectivamente, tal y como explicó el presidente de Asaja-Huelva, “llevamos varias convocatorias en las que vemos una falta de criterio, de rigor y sobre todo una merma en los fondos de estas ayudas que han tenido una repercusión muy positiva en los años en los que se aplicaba debidamente”, algo sobre lo que el responsable del PP aseguró que llamarían la atención en el Parlamento andaluz.
No en vano, la situación del sector forestal se ha complicado sobremanera tras el reciente anuncio de cierre de la planta de celulosas de Ence. El cierre de esta industria no sólo supone el desempleo para varios cientos de trabajadores directos, sino que tiene un efecto dominó para las empresas de servicios y forestales que nutrían a Ence de la materia prima, la madera de eucalipto, a cuya producción se han destinado miles de hectáreas de monte de la provincia.
“No podemos tener otra posición que nuestro rechazo absoluto”, aseguró tajante el presidente de Asaja. “Hace unas semanas nos reunimos con el comité de empresa, le mostramos la situación nefasta en la que queda el sector forestal y les transmitimos que veníamos a compartir nuestro apoyo, puesto que es lamentable el cierre de una industria que lleva tantos años creando riqueza en zonas desfavorecidas de nuestra provincia por una cuestión meramente empresarial, que en cualquier caso hay que respetar, pero hay que ser consecuente con los daños que puede generar esa decisión, que son muchos y desde luego, desde Ence no se han tenido en cuenta”, lamentó García-Palacios.
“El futuro que se les presenta a los propietarios forestales y las empresas de servicios es absolutamente negro”, continuó, ya que, tal y como han explicado desde Asaja en otras ocasiones y a falta de conocer “los números” que la empresa quiera presenta al sector, la reconversión del sector hacia la producción de biomasa no es factible hoy por hoy tal y como están planteados los cultivos de eucalipto en la provincia de Huelva, ya que el producto destinado a biomasa es de mucho menos valor (hasta 10 veces) toda vez que se trata de madera de menos calidad y distinto precio, una materia prima que no es la que se produce en la provincia y obliga además a una reconversión con unos costes y unos plazos inviables para el sector.